Comandante sin galones

Ha sido uno de los últimos románticos del toreo. Un personaje, en toda la extensión de la palabra, de los que ya no quedan y que representó a la perfección el papel del taurino bohemio que a base de argucias, estratagemas y artimañas consigue montar una corrida o poner a uno de sus toreros.

El paseíllo número 50

Tras una tan extensa como brillante trayectoria, Enrique Ponce puso el punto final a su carrera en los ruedos y vestido de luces. Valencia fue el escenario para su adiós en España y la Monumental de Méjico, otro de sus feudos y en el que hizo su paseíllo número 50, fue el marco elegido para…