Carnaza para Tabori
Aunque era ya notorio y abundante el catálogo de tontos, la emergencia sanitaria está sirviendo de abono para que broten nuevos y espectaculares casos.
Aunque era ya notorio y abundante el catálogo de tontos, la emergencia sanitaria está sirviendo de abono para que broten nuevos y espectaculares casos.
Estamos en San Isidro. Sin toros, pero en San Isidro. No hay toros en la primera plaza del mundo. Primera sí, todavía, pese a los pesares. Pero sí puede haber toros en las plazas del periodismo. Y tampoco hay muchos que digamos.
Tanto arraigo tuvo el menor de los Gallo en Valencia que destacadas personalidades de la cultura y vida social de la ciudad del Turia fundaron una peña con el torero de Gelves como santo y seña.
Son numerosas las coincidencias vitales entre las vidas privadas y carreras profesionales de los matadores de toros sevillano y cordobés, que marcaron dos épocas sobresalientes de la historia del toreo, Joselito y Manolete.
Curiosamente, la Plaza de toros de Talavera de la Reina (6.000 espectadores), fue inaugurada por Fernando Gómez El Gallo, padre de Rafael y José, el mes de septiembre de 1890. Treinta años más tarde, Joselito y Sánchez Mejías, pisaron por primera y última vez las arenas talaveranas. También fue la primera ocasión se anunciaban para estoquear reses locales de la viuda de Ortega (1).
A causa del coronavirus, nuestros gobiernos -el nacional y los autonómicos- protegerán a los distintos sectores damnificados, pero en muchos puntos la tauromaquia quedará excluida, del mismo modo que verá mermado su respaldo económico respecto al que el Ministerio ofrecerá al espectro de la cultura. En la Comunidad Valenciana al ganado bravo se le han negado las medidas de apoyo que la Generalitat dará al resto de ganaderos.