Con la cabeza gacha y sin rechistar. Artículo de Carlos Bueno
Se puede dormir con la esposa y convivir con los hijos, pero en los toros hay que separarse un metro y medio. Se puede cenar en el restaurante con los amigos, en la misma mesa, silla junto a silla, pero en los toros hay que separarse un metro y medio. Es un sinsentido que sólo favorece la paralización de la actividad taurina, pero está por verse que el sector profesional alce la voz.