Suenan por nosotros
No va a ser fácil que se olvide este año en el que vivimos al borde del precipicio. Pero, como invariablemente sucede, unos lo pasan peor que otros y siempre hay alguien que sufre más que quien parecía último. Diógenes lo tuvo claro y supo que no faltarían manos para recoger las hierbas que él despreciaba.