Vicente Barrera es noticia estos días por partida doble, ya que el próximo 30 de enero al Foro Taurino del Casino de Agricultura de Valencia va a acoger la presentación del libro Vicente Barrera, la llamada de la casta, una biografía coincidiendo con sus 30 años de alternativa, obra de Paco Delgado editado por Avance Taurino. Y el día 23 de febrero el espada de Cronista Carreres va a torear en el festival anunciado en la plaza de Utiel a beneficio de los afectados por la Dana.

Enrique Amat
Ponerse la calzona, torear en público y alternando con figuras que todavía están en activo, no deja de ser un reto, un compromiso y una responsabilidad.
“El tiempo pasa, y aunque los aficionados son conscientes de mi situación, ya que llevo apartado muchos años del toreo profesional, tengo que hacer una preparación especial. Yo tengo un cartel que defender, una trayectoria que tuve en los ruedos y debo tratar de estar a la altura, porque tengo el prurito de haber sido un torero importante. Lógicamente, estoy preocupado porque tengo que tratar de dar lo mejor de mí. Tanto es así, que voy a estar más de un mes concentrado en Andalucía, encerrado, entrenando y mentalizándome. Y únicamente el 30 de enero me acercaré a Valencia para la presentación del libro de Paco y volveré Andalucía hasta el día del festival. Tengo que mentalizarme como si fuera afrontar una temporada.”
Y lo dicho, tener que alternar con figuras que están en activo, no es fácil.
“Por supuesto. Aunque yo con Manzanares y con Enrique Ponce toreé mucho en la época en la que estaba todavía en activo. Pero como he dicho, llevo ya más de ocho años sin hacer el paseíllo en público y ellos, a parte de ser unas auténticas figuras del toreo, están toreando todos los días. Incluso Enrique Ponce todavía está haciendo una campaña americana antes de retirarse definitivamente. Y Cayetano, Emilio de Justo están en activo asimismo. Es una desventaja, para mí, pero yo estoy mentalizado y tengo que estar lo mejor que pueda y lo que digo, se hará lo que se pueda. Yo soy torero y me siento torero, y daré la cara.”
El festival es en Utiel, donde, el día que debutó como matador de toros en 1996, no pudo llegar a actuar. Aquel día llovió y cayó la mundial. Después de la Dana, creo que ha sido la mayor lluvia que había caído en Utiel en muchos años.
“Aquel día alternaba con César Rincon y Joselito. Y en el segundo de la tarde cayó un diluvio. Es la única vez que he hecho el paseíllo en una plaza de toros y no he llegado a torear. Fue en 1996. En la plaza, cuando Joselito mató al segundo, había un palmo de agua. E incluso la hubieron de desalojar, porque mucha gente se refugió en la parte de arriba en los palcos y había miedo que aquello se cayese por el sobrepeso y que ocurriese una desgracia. La verdad es que fue una anécdota y luego ya volví a torear allí.”
Treinta y un años han transcurrido desde aquel 25 de julio de 1994, cuando Curro Romero le dió la alternativa en presencia de Litri. Cuando comenzó a torear como aficionado aquellos festivales de Munera, no sé si se imaginaba hasta dónde podía llegar.
“Bueno, yo empecé a torear ya bastante tarde. Lo quería intentar, porque era un loco de los toros, con una gran afición. Tenía ya una edad avanzada y parecía que el sueño se me había escapado. Pero yo, por lo menos deseaba el torear algunas novilladas y debutar con picadores en Valencia. No quedarme con esa espinita clavada. Y así debuté con caballos un 20 de marzo de 1993, alternando con Manolo Carrion y Rivera Ordoñez ante una novillada de Jandilla. El festejo estaba anunciado para el día 13, pero llovió y se aplazó hasta el domingo 20 por la mañana. Para mí era como tomar la primera comunión. Las cosas rodaron bien, y por ello se me abrieron muchas puertas y mi carrera alcanzó unas expectativas que no pensaba. Y ello me llevó a poder tomar alternativa y luego torear varias temporadas en todas las plazas del mundo. Se lo tengo que agradecer a Dios y a la vida.”
Y un año después de debutar con picadores, va a Sevilla el 2 de mayo de 1994 y abre la Puerta del Príncipe tras cortar tres orejas a un encierro de Torrealta.
“La verdad es que son cosas que uno, de entrada, no se espera. No es normal alcanzar ese hito.. Pero se dieron bien las cosas y aquello fue como un sueño. No todos han conseguido atravesar ese umbral. Y eso me proyectó los carteles y me llevó a poder torear con las grandes figuras de la época.”
En una carrera tan extensa, se acordará de muchas cosas.
“Por supuesto. Porque fue una carrera muy especial. Llegué a torear mucho, en todas las plazas y en muchos países y con todas las figuras de la época. Obtuve muchos triunfos pero también, lógicamente, hubo fracasos y tropiezos. Pero si tuviera que elegir una fecha muy especial, sería la de aquella novillada del debut en Valencia. Aquello marcó un antes y un después. La gente iba aquel día con la curiosidad de ver a Rivera Ordoñez, quien se presentaba, aunque también por la curiosidad de verme a mí y gracias a Dios las cosas salieron bien.”
Porque ya tenía pensado enfocar su vida por otros derroteros si las cosas no hubieran salido.
“De hecho, yo había acabado la carrera y había empezado a trabajar en un despacho de abogados. Tenía que plantear mi futuro y enfocarlo por una u otra vía. Si no hubiera triunfado aquel día 20 de marzo, hubiera seguido en el mundo del Derecho, pero las cosas salieron bien y de lo que era una ilusión de no quedarme sin debutar se pasó a una carrera en los ruedos que luego tomó vuelo.”
Con el paso del tiempo, el aficionado no sólo echa de menos aquel toreo clásico, vertical de valores temple de Vicente Barrera en los ruedos, sino la labor que hizo durante la época en la que fue Vicepresidente del gobierno valenciano y Conseller de Cultura.
“Yo agradezco que la gente me recuerde con cariño mi época en el servicio público, pero hice ni más ni menos que lo que debía en el puesto que ocupaba, cumplir con mi deber. Traté de hacer lo que mis antecesores no habían hecho. Elaboramos partidas presupuestarias contemplando todos los aspectos de la cultura, no solo el de la tauromaquia. Porque me obligación era fomentar toda la cultura en mayúsculas, no solo lo que personalmente me gustase. No hay que ser exclusivo. Y jurídicamente la cultura y la tauromaquia están hermanadas. En el Ministerio de Cultura la tauromaquia está ubicada en la dirección General de Bellas Artes y en el gobierno valenciano en la Consellería de Cultura y su dirección general. Y lo que toca es la protección y el fomento de la fiesta de los toros, guste o no a algunoa sectores.”
Pero al igual que hacía en su época de torero, no tuvo empacho en salirse a los medios y dar la cara aunque fuera a contracorriente.
“ A contracorriente fueron mis antecesores, quienes no cumplieron con su obligación y quedaron a la altura del betún porque no defendieron la cultura de los toros. Aún así, se me quedaron muchas cosas en el tintero y no pude acabar de desarrollar el programa que tenía organizado. Pero lo que pude hacer, lo hice con todo el cariño y con todo el interés.”
Y en su haber hay que poner el conseguir la reapertura de plazas como las de Villena y Ondara. Sobre todo es esa más que documentada y completa argumentación jurídica, que obligó al alcalde de Ondara, muy a pesar,a consentir la apertura de aquella plaza.
“Es que cuando se planteó celebrar una novillada del Circuito de Novilladas de la Fundación del Toro de Lidia en la conocida como La Joya Levantina, por donde han pasado a lo largo de la historia todas las figuras del toreo, el alcalde puso pegas y desde la Conselleria hicimos un estudio tanto legal como jurídico argumentando que no había ningún impedimento para que se abriese el coso para la novillada. Y para un alcalde, es lamentable decir eso de que es una pena que jurídicamente está obligado a ello. Es triste este sectarismo, la censura y la imposición. Ambas plazas se abrieron porque es un derecho de los aficionados. Ni más ni menos Luego intentó dar marcha atrás a la autorización cuando yo salí de la consejería, pero ya estaba todo hecho incluso hubiera incurrido en alguna causa penal.”