El próximo día 8 de septiembre tendrá lugar la primera de las dos semifinales del Circuito valenciano de novilladas. En este festejo se lidiarán novillos de Albarreal para Santiago Esplá, Nek Romero y Alejandro Chicharo.
Vuelven las novilladas después de muchos años, en los que las autoridades locales se han opuesto a la celebración de los mismos en esta ciudad de gran tradición taurina, y por cuya plaza de toros desde el año 1901 han pasado todas las figuras del toreo del momento.
Ante la imposibilidad de prohibir la celebración de este festejo, el alcalde declaró que se va a celebrar por encima de su voluntad. Por imperativo legal. Y tanto él, como sus conmilitones en el Ayuntamiento de Ondara, no han dudado de calificar la tauromaquia como una fiesta aberrante, anacrónica y sangrienta.
Esta joya levantina, tal como se le conoce al coso ondarense que, por cierto, y hay que reconocerlo, mantienen en un perfecto estado de revista, la califican desde el ayuntamiento como un espacio de “cultura, felicidad y vida”. Pues bien, los toros son cultura, dan felicidad a mucha gente, y también son las fiestas más ecológicas porque permiten la vida de una especie animal que de lo contrario estaría en estado de extinción.
Ahora el inmueble es un espacio donde se dan festejos taurinos populares, conciertos, exposiciones, presentaciones de libros, danza y todo tipo de “esdeveniments” como dicen ellos.
Dentro de su berrinche antitaurino, tanto el alcalde como los ediles han anunciado su “frontal rechazo” a la novillada con picadores que tendrá lugar el 8 de septiembre asegurando que ni el alcalde, José Ramiro, ni ningún edil del PSOE ejercerán la presidencia de ese festejo. No asistirán. Insisten en que lo aceptan a regañadientes y por “imperativo legal”. Haciendo gala de su sectarismo, de su falta de inclusividad y de su ausencia de tolerancia y de respeto hacia quienes no piensan como ellos. Que con su pan se lo coman.
Pues bueno, mejor para todos. Porque no hace ninguna falta su presencia en la plaza. Ellos se lo pierden. Aunque olvidan que este evento contribuirá a dar visibilidad a la localidad y atraerá a un buen número de visitantes.
Desde un primer momento el gobierno local acogió con desagrado este festejo en la plaza de toros, pero no ha podido obviar la legislación y la jurisprudencia sobre este tema. Tal como reza el informe jurídico encargado por el propio ayuntamiento, la jurisprudencia de los tribunales, en supuestos como este, ha determinado la necesidad de acoger favorablemente la solicitud de cesión de la plaza de toros para la celebración de festejos taurinos, salvo que concurran circunstancias de tipo técnico, de seguridad o de previa ocupación que impidan su celebración.
En el informe jurídico encargado se refleja la jurisprudencia en la materia, como el pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana del año 2021, sobre un acto similar por parte del Ayuntamiento de Villena, donde se declaró la nulidad de la denegación.
En esa sentencia se afirma que “las corridas de toros son una actividad con múltiples facetas o aspectos consecuencia de su complejo carácter como fenómeno histórico, cultural, social, artístico, económico y empresarial”. Asimismo, «la conexión entre la fiesta de los toros y el patrimonio cultural español, ha sido igualmente destacada por, entre otros, la Sentencia dictada por la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo de 20 de octubre de 1998. Resulta particularmente interesante, a los efectos que ahora nos ocupa, que conforme a la primera de las leyes recién mencionadas, la Ley 18/2013 para la regulación de la Tauromaquia, configura a ésta como un patrimonio cultural digno de protección en todo el territorio nacional con un deber de protección y conservación, así como promover su enriquecimiento”.
Como consecuencia, el informe jurídico concluye que “procede acceder a la solicitud formulada por la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana para la cesión de la plaza de toros de Ondara el 8 septiembre de 2024”.
Tras la baja de Vicente Barrera como Conseller de Cultura, el alcalde intentó volver a boicotear la celebración de este festejo, pero desde la Conselleria denegaron esta pretensión.
Muy a su pesar, el domingo 8 de septiembre habrá toros en Ondara.