Fuera del ambiente taurino, dejando al margen a profesionales y aficionados de los que lo son de verdad, la realidad en torno al segundo espectáculo de masas de España es preocupante por el gran desconocimiento que de él tiene la mayoría al estar eliminado del foco mediático y marginado por la nueva política.
Paco Delgado
El sondeo que he hecho este verano, rudimentario y muy elemental, sin rigor científico, deja, no obstante, muchas dudas sobre el tirón que tiene el mundo de los toros más allá de su propio entorno. Que de más de 100 personas sólo dos supiesen quién es Roca Rey -y que los otros cinco nombres sometidos a consulta no sonasen absolutamente a nadie- es sintomático. Y preocupante. Bien es verdad que el grueso de esa llamémosle encuesta se realizó en su mayor parte en un escenario muy distendido -un chiringuito playero-, con personal joven y en ese momento preocupado sólo por divertirse y pasarlo bien. Pero da que pensar que tan poca gente conozca a varios de los principales protagonistas de un espectáculo se supone que popular y mayoritario.
Claro que hay ejemplos de ese desconocimiento dentro de la propia profesión. El responsable de la información taurina en uno de los principales periódicos españoles, desplazado hace unos años, ya bastantes, a Bilbao para cubrir los festejos de las Corridas Generales, bien por descuido, bien por no estar al tanto de la actualidad -entonces no había internet-, no se enteró que en una de aquellas corridas uno de los toreros anunciados fue sustituido a última hora y en su crónica del día siguiente aparecía el diestro ausente como uno de los actuantes, al no distinguir el colega a uno de otro.
También cuando uno de los mas poderosos e influyentes periodistas del último tercio del siglo XX quiso, y logró, colocar a su hija como responsable de la información taurina nada menos que en la entonces única televisión que había en España, al tomar posesión de su nuevo cargo, la señorita advirtió a los que iban a ser su subordinados que tuviesen paciencia con ella ya que hasta entonces no había visto una corrida en su vida y no sabía ni palabra de toros…
Que a poco mas de cien personas, en su mayor parte chavales jóvenes y lejos de una plaza de toros, les sonase a chino el nombre del líder del escalafón, -o Talavante, o Perera, o Emilio de Justo-, pese a que sea una muestra ínfima y poco representativa, es signo inequívoco de que los toros ahora mismo no figuran entre las preferencias de ocio de buena parte de nuestra sociedad, aunque parezca mucha exageración. Me contaba el profesor García Gibert, colaborador también de Avance Taurino, la sorpresa que se llevó cuando en un “Comentario de texto” a una clase de chicos de 17-18 años, en uno de los textos ponía que era preciso “enfrentarse al miura de la Educación en España”, un alumno le preguntó qué quería decir “miura” y él, condescendientemente, se dirigió a la clase en general para pedir que alguno de sus compañeros se lo explicara. ¡Nadie de los treinta alumnos lo sabía!
Los toros, estigmatizados por buena parte de nuestra asímismo impresentable nueva clase política, excluidos de los medios de comunicación masivos, reducidos a una especie de gueto especializado y cerrado, quedan irremediablemente fuera del conocimiento general y limitados a ese sector de población que sí que va las plazas, lee sobre el particular y está informado al respecto, pero que supone una inmensa minoría frente al resto, que no sabe ni papa del tema y, lo que es peor, ni les importa. Y tal como está el panorama, esta lamentable situación habrá ido a peor en unos años.
Aunque no parece que a los responsables del negocio les interese demasiado -hace unos días hasta en San Sebastián se permitieron el lujo de no acreditar a compañeros de RNE para las corridas de su Semana Grande…- . Ellos van a lo suyo, llevarse todo lo que puedan, arriesgar lo mínimo, o nada, y mirar unicamente por su interés particular y su beneficio personal. Si en un futuro más o menos próximo la tauromaquia fuese ya sólo recuerdo, constatarían, tan tranquilos, que nada de ese mundo perdido les afecta.