Tarde de silencios y decepción en la que el peruano tiró de arrojo y valor y cortó un trofeo mientras que Perera y Talavante se fueron de vacío.
Madrid, miércoles 23 de mayo 2018.
16ª Feria de San Isidro. Lleno de No Hay Billetes.
Toros de Victoriano del Río, justos y desiguales de presencia. Flojos y descastados en general.
Miguel Ángel Perera (Verde botella y oro), silencio tras aviso y silencio.
Alejandro Talavante (Azul Rey y oro), silencio en ambos.
Roca Rey (Verde botella y oro), silencio y oreja.
Informa: Paloma Moreno
Nueva tarde de figuras y nuevo lleno en Las Ventas. Más de 250.000 personas en dos semanas de feria. Y que luego se empeñen en decir que los toros no interesan. Más quisieran muchos espectáculos reunir la cantidad de personas que se concentran en Las Ventas cada tarde en San Isidro. Aunque la expectación se convierta en de decepción.
Cerró plaza “Distante” que embistió suelto aunque se empleó en el caballo. Por estatuarios comenzó la faena en las rayas del tercio y Roca Rey se metió al público en el bolsillo. Firmó muletazos asentado destacando uno en redondo que terminó con un buen pase de pecho. Tuvo mayor fijeza aunque poco fondo o nada el sexto, pero el peruano arriesgó buscando el triunfo destacando una arrucina con la que llegó al público. Dejó una buena estocada y levantó la tarde en el descuento cortando la única oreja.
Perera saludó al primero de Victoriano al que recibió por verónicas. Le faltó emoción y bravura al astado, que no se empleó en los primeros tercios. Tuvo nobleza pero le faltó transmisión en la faena. Falló a espadas y tiró de descabello antes de escuchar pitos en el arrastre y ser silenciado. El cuarto fue más alto que sus hermanos, lo recibió Perera con el capote. El de Victoriano cumplió en el caballo y en banderillas le hizo hilo a Curro Javier que se libró por la mínima en tablas. Perera firmó una faena más asentada pero, de nuevo al astado le faltó transmisión, se fue pronto abajo. De una estocada y dos descabellos finiquitó su actuación.
El segundo tuvo mayor brío de salida, luciéndose en el capote de Talavante metiendo la cara con calidad. Flojo de fuerzas y protestado, fue perdiendo la poquita transmisión que tenía y no se entregó en la faena. El extremeño dejó una estocada y varios descabellos mientras comenzó a diluviar en Las Ventas y la gente fue abandonando los tendidos. En el quinto tampoco tuvo suerte ni toro para lucimiento y poco fuelle alzó la faena.
Mientras seguía lloviendo en Madrid, saltó el tercero, otro más justito de presencia, que se empleó en el caballo aunque se le picó trasero. Brindó Roca Rey al público y comenzó la faena en los medios con varios cambiados por la espalda. Firmó algunos muletazos de mayor calado sobre la diestra aunque le faltó conexión al tercero y fue perdiendo fuelle yendo a menos la faena. Pinchó y a la segunda entró la espada.