Sobre la corrida a la que asistió el jefe de la temida y odiada Gestapo, Heinrich Himmler.
Hace unos días el director de Avance Taurino, Paco Delgado me pidió una colaboración para conmemorar el centenario de Pepe Luis Vázquez. Accedí muy gustoso a la invitación y me referí a una corrida, a la que no pude asistir y que califiqué de histórica porque asistió a la misma, invitado por el general Franco, a la sazón Caudillo de España, el jefe supremo de la Gestapo, Heinrich Himmler.
Años más tarde, me revelaron porque aquella corrida, fue calificada de histórica, además de ser porque fue la confirmación de alternativa Pepe Luis Vázquez.
Resulta que el invitado, Heinrich Himmler, se puso enfermo y tuvo que acudir con urgencia al cuarto de baño, en las dependencias contiguas al palco que ocupaba Franco y su séquito.
Fue Serrano Suñer, el primero que se enteró, dado que entendía perfectamente el alemán, pues el conocido por el “cuñadísimo” por la gente, había sido embajador de España en Berlín.
La indisposición de Himmler se debió a que al finiquitar el espada de turno con el sexto toro, la espada provocó un fuerte derrame en el toro.
El hombre sobre cuya responsabilidad se le atribuían miles y miles de muertes de judios y otras nacionalidades, no pudo soportar que un toro de lidia vomitase sangre en la llamada suerte suprema.
Sin palabras.