“Seis de seis de Luis Algarra, los triunfos no se acaban”. He tenido la suerte de presenciar la corrida de Luis Algarra, prácticamente a la vera de esta familia ganadera. Aurora Algarra, su marido Pepe Murube, sus hijos, y un largo etcétera de familia que ocupaban localidades contiguas a la mía.
Ha sido una gozada. Primero por el éxito del conjunto de los seis astados. Seis de seis, quizás no tanto el cuarto, pero pienso sinceramente, que no dio el juego deseado, por la terquedad de Román en no darle la distancia que el animal pedía. Si le hubiera perdido un par de pasos, en lugar de citar a dos céntimetros del astado, el recorrido del toro hubiera sido otro, más largo, por una razón de clarísima física, porque la misma inercia del toro hubiera desplazado mejor al burel.
Nada grave, por supuesto. Nada debe empañar el sonado triunfo del valenciano, dos orejas y salir en hombros a la vera del otro triunfador, Paco Ureña, que se llevo tres orejas como tres soles, y sin contar con la que le birló el presidente en el tercero, que hubieran sido cuatro.
Pero cuando van a tomar conciencia los presidentes de las corridas, que la primera oreja, no es potestativa de ellos, la primera es del público, que la demanda, otra cosa es resto de trofeos, que si son competencia de los usías.
Le digo a usted guardia…
También le digo que Ureña, por méritos propios ha caído en Valencia de maravilla. Puede ser el triunfador no sólo de esta plaza, sino de otras muchas. Torea muy bien. No escatima esfuerzo y es honesto a carta cabal.
Bonito el detalle de ofrecer su capote a Román, cuando éste fue desarmado en un quite en el cuarto.
Bonito igualmente el detalle de los dos matadores al permitir en los toros quinto y sexto, sendos quites artísticos al sobresaliente Víctor Manuel Blázquez.
Emotivo también cuando los dos compitieron en quites. Esa debe ser la base y la filosofía de las competencias en el toreo.
No quiero terminar sin nombrar a los seis astados de Luis Algarra, que permitieron que la plaza de Valencia fuera testigo de una gran tarde de toros.
“Mariposa”, “Paladin”, “Rentista”, “Inglesito”, “Malospelos” (premiado con vuelta al ruedo) y “Portero”.
Por último, muy justo el homenaje Álvarito Domecq, recordando el 25 aniversario del indulto en esta misma plaza de “Gitanito”, por el grandioso y fallecido hace unos meses Dámaso González.
Y finalizo. hoy los Nuñez del Cuvillo. Serán capaces de desbancar a los Algarra de ayer.
La solución esta tarde.
Laus Deo.