Es interesante saber qué le indujo a usted a acercarse a este tema.
“Es una historia en la que estuve trabajando mucho tiempo. En un momento dado investigué el tipo de relación y la pareja que formaron Lupe Sino y Manolete. Y a raíz de leer crónicas de la época, tuve curiosidad por saber si Lupe iba a presenciar las corridas de toros en las que actuaba su pareja. Como he dicho, acudí a las crónicas. Y en una de ellas se decía que una tarde, en el antiguo Coso de los Tejares de Córdoba, fueron sus hermanas a verle y se lo reprocharon a Manolete los aficionados, quienes le hicieron pasar una muy mala tarde. Tiré de este hilo y para la obra planteé una relación doble. La de Lupe Sino con Manolete y la de las mujeres que rodearon a Manolete en su casa de Córdoba.”
Parafraseando la frase de un célebre libro, Lupe fue el sino de Manolete.
“Lo cierto es que iban a casarse en México al acabar la temporada. Manolete, al final de aquel año 1947, tenía decidido dejar de torear. Pero sucedió lo de Linares. Manuel fue un torero bueno, honesto y cariñoso con su gente y su cuadrilla. Les quería dejar a todos bien colocados. Y luego ya tenía decidido retirarse y casarse. En México, porque a su madre, doña Angustias, no le hacía ninguna gracia esta relación de su hijo con Lupe. Tenía mucho ascendiente sobre Manolete. Y este, no quería enfrentarse con ella, por lo menos le daba, digamos, miedo. O al menos mucho respeto.”
Miedo todo un personaje como Manolete.
“Porque también era humano. Aunque fue una gran figura del toreo, una persona moderna, muy inteligente, en la dicotomía entre la novia y la familia, él no pasaba de ponerse de perfil, no quería disgustar y enfadar a las personas que tenía en su entorno. La madre y las hermanas de un lado, y Lupe Sino por el otro. Y se encontraba en un callejón sin salida. Con esta obra yo quería analizar todo situándome en aquellos momentos, sin juzgar a nadie, pero analizar aquella época, lo que debió significar esa relación en la España de aquellos años. Tratando con respeto a la familia, a Lupe y al propio Manolete. Mostrar la realidad a los ojos de la época, y todo extraído y documentado de las crónicas y de los libros que se escribieron.”
En Manolete, la familia fue importante.
“Manolete salió de abajo, y empezó a torear en la parte seria del espectáculo cómico taurino musical “Los califas”. Y luego estuvo en la escuela taurina de Montilla. Pero había que afrontar gastos para empezar. No era fácil aquel comienzo. Su madre y sus hermanas le ayudaron. Su padre, Manuel Rodríguez Manolete, se tuvo que retirar pronto de los ruedos por un problema en la vista y falleció joven. En aquella época se pasaba hambre y todos se estuvieron que esforzar para que Manolete pudiera abrirse paso, y pusieron todos los medios, de todo tipo, para conseguir dinero. Como digo, su padre había dejado de torear pronto y tampoco había ingresos. A pesar de que doña Angustias venía de buena familia, cuando decidió casarse con su primer marido, Lagartijo chico, la quitaron del medio, la desheredaron porque no vieron bien aquella boda. Pero a Angustas el toreo la fascinaba, y eso le costó apartarse de su familia. Y las mujeres en aquella época no tenían tantas oportunidades para salir adelante.”
El escenario reúne a Lupe con las hermanas, Manuela y Remedios.
“A través de ellas quiero tratar la psicología de los personajes, con todo el respecto a sus hermanas mayores. La obra es una ficción, que quede constancia de eso, basada en las crónicas, biografías y charlas con personas que las conocieron. Fueron dos personas fieles a su época. Vivían en otro mundo distinto al de Lupe Sino. Ellas estaban en casa, en la cocina, viviendo encerradas. De casa a la cocina, sin voz ni voto, no se enteraban de lo que pasaba, vivían en una especie de bucle. En cambio Lupe era moderna, era actriz, cantante, iba y venía, se había divorciado de su primer marido. Era lo contrario de lo que se esperaba en aquellos tiempos para la mujer de un torero.”
La obra refleja todo esto.
“El argumento se centra en el encuentro entre las hermanas, que viajan a Madrid a visitar a Lupe en el hotel donde se aloja, unos días después de la muerte de Manolete en Linares Y allí hablan, discuten y salen a la luz cosas del pasadas. Reproches, recelos. Se habla de sus relaciones personales, del dinero, de las cosas que vivieron, del día de la cogida cuando no la dejaron entrar en la enfermería. Y aunque las figuras de Manolete y doña Angustias no aparecen en escena, están presentes a lo largo de toda la representación. Incluso sale una réplica del vestido rosa palo y oro que vistió Manolete la tarde de su cornada mortal en Linares.”
Usted asegura que Manolete era un hombre moderno
“Era una gran figura del toreo, y la gente se fijaba mucho en él, y también le imitaban en muchas cosas. Aunque sea a modo de anécdota, al margen del tema del estoque simulado que utilizó después de sufrir una fractura de clavícula en Alicante, puso de moda los trajes de rayas y aquellas gafas grandes que llevaban los artistas de la época. Era un referente. Una persona muy inteligente que no se casaba con nadie. Ni con ningún partido político. Iba por libre. Funcionaba de acuerdo con lo que él pensaba. Le gustaba viajar, leía muchísimos libros de historia que se llevaba los viajes. No le gustaba hablar mal de nadie, ni dejaba hablar mal de nadie, y cuando le hablaban mal de Luis Miguel Dominguín, que por aquel entonces era el que le estaba pisando los callos. Pero Manuel no permitía que hablasen mal en su presencia.”
Era famoso, pero el público le exigía mucho.
“En su última época, él estaba obligado a mucho por ser quien era. Debía hacer el triple de lo normal, le exigían mucho más que a los demás. Le apretaban muchísimo, tanto el público como los toreros emergentes que venían arreando, como fue el caso de Luis Miguel Dominguín.”
Hay mucha literatura sobre Manolete.
“Y tanto. Para enfrentarse una figura tan importante como Manolete, y entenderla con los ojos de la época, había que leer mucho, para poder investigar con rigor. La vida de Manolete es toda una historia. Pero no hay tradición oral. Hay mucha literatura y por eso hay que leer, estudiar y tratar de separar el grano de la paja.”
Tiene mérito que alguien como usted actriz, dramaturga, cantante y escritora se acerque a la fiesta de los todos los toros.
“Me surgieron la inquietud y el interés de investigar sobre Manolete. Pienso que lo merecía, y cuanto más lo he estudiado, más contenta estoy de haberlo hecho. Porque me empeñé en profundizar en conocer lo que pasó. Donde vivió, por qué hizo las cosas que hizo, las motivaciones que tuvo en su vida. Contar lo que pasó, lo que pudo pasar y el por qué. En la obra hay muchas referencias a Manolete, y se traza una amplia semblanza de lo que fue su vida, su personalidad y su entorno. Y la pugna entre su novia y su familia.”
Parece que la obra ha gustado el entorno.
“En Madrid vinieron a vernos una sobrina de Lupe Sino y otro día unas amigas de las hermanas del torero de Córdoba. Y todas nos dieron las gracias y nos dijeron que estábamos reflejando la realidad tal como era, que estaban muy agradecidas porque respetásemos sus figuras y contásemos las cosas tal como son. Había que echarse al ruedo para contar esa historia. Una historia cuyos protagonistas y su entorno ya no viven, pero había que contarlo. Por ello debía rescatar las crónicas y dignificar a la familia. Para que nazca un mito se necesitan personas que lo animen y lo apoyen. Como hicieron con Manolete sus hermanas, su madre y su familia. Aunque tuvieran que pasar por trances difíciles, pero sin ellas igual la figura de Manuel no hubiera tenido tanta trascendencia. Y eso es lo que quería remarcar. La grandeza de las mujeres de aquella época, que tenían que nadar contra corriente para salir adelante.”
La obra ya ha tenido un cierto recorrido.
“Se estrenó en el teatro Fernán Gómez de Madrid. Luego en el teatro Maravillas. Y ahora hemos empezado con las giras. Hemos estado en Tenerife, en Valencia, y queremos volver a Madrid. Al final lo que se trataba es de reflejar la historia de este país en una época determinada. Con mucho respeto, en esa relación que a veces no es fácil en el mundo de la cultura de los toros. A mí como actriz, autora y también como público me gusta ir al teatro pero no para que no me aleccionen, sino que me hagan ver una realidad, me la pongan delante, y yo pueda sacar mis propias conclusiones, y emocionarme. No quiero que me digan lo que tengo que pensar ni darme las cosas hechas. Pienso que lo importante es tener un equilibrio, y decir las cosas con objetividad. El público es muy inteligente y muy respetable y hay que escribir para él. A mí lo que más me llena es escribir teatro. Ya he publicado en Pigmalión y en Sílex y lo que me gusta es esto de dar vida a historias que aún están en el tintero y que puedan ser conocidas por la gente. “