Uno de los grandes innovadores del toreo murió el 27 de enero de 1800.
Tal día como hoy, 27 de enero, fallecía en Madrid, a los setenta y pocos años de edad -su fecha de nacimiento no ha quedado clara en las distintas biografías escritas sobre él, aunque parece la más segura la del 20 de julio de1729- , a consecuencia de un carbunclo o tumor nacido en una de sus manos, Joaquín Rodríguez y de Castro “Costillares”. Esa confusión histórica sobre la fecha de su nacimiento viene dada por tener el mismo nombre que su abuelo y su padre, ambos también matadores, y el mismo alias que su tío Juan Miguel, asímismo torero.
Desde bien pequeño tuvo clara su vocación y enseguida, al igual que su padre, entró a trabajar en el matadero de su Sevilla natal.
Se le considera el creador de la base del toreo de capa al perfeccionar el lance a la verónica y, entre otras muchas aportaciones, organizó las cuadrillas de toreros, que antes se contrataban por la empresa de la plaza, disciplinando su actuación y sometiéndolas a las órdenes del matador, quien se convertía de esta manera en el director de la lidia y estableció los tercios de la misma e inventó la estocada a volapié, para sacar partido de los toros parados en la última suerte.
Su gran rival fue Pedro Romero, quien mató, en Madrid, en 1795, el último toro a que se enfrentó en su vida y al que no pudo rematar debido a sus problemas de salud, lo que supuso para él un gran disgusto.