Julio Aparicio le concedió el doctorado en Castellón, en presencia de Pedrés.
El 8 de marzo de 1953, en la corrida con que Castellón festejaba sus fiestas de La Magdalena
(entonces no había feria), Antonio Chenel Albadalejo se convirtió en matador de toros.
Julio Aparicio le cedió la muerte del toro “Carvajal”, de Curro Chica, y comenzaba así la larga, irregular y apasionante carrera de uno de los diestros mas singulares que han pisado los
ruedos.
Todo lo sucedido en aquel festejo, crónicas, resultado, historia, lo puede encontrar en el número 143 de Avance Taurino digital.