Cortó tres orejas y despeja dudas saliendo por la Puerta del Príncipe.
Sevilla, 20 de abril.
Decimocuarto festejo del abono.
Lleno de “No hay billetes”.
Toros de Victoriano del Río.
Juan Ortega, palmas y palmas.
Roca Rey, dos orejas y oreja tras aviso.
Pablo Aguado, ovación y oreja.
Pepe Ruciero
Foto: Toromedia
De nuevo cartel de no hay localidades y van ya siete tardes. La rotundidad de Roca Rey en una actuación de poder, consiguiendo tres orejas e imponiendo su ley, marcó una tarde en la que Pablo Aguado también paseó una oreja en una labor medida y de gran personalidad. Los de Victoriano del Rio de desigual juego y presentación, algunos anovillados.
Antes de comenzar la corrida Juan Ortega fue ovacionado, saliendo a saludar, en reconociendo a la faena sublime del pasado lunes. No se empleó de salida su primero con el capote. Con la franela inició su faena con pases por alto y ejecutó una serie de buena factura, rematando con un excelente trincherazo. La escasez de fuerzas del de Victoriano, muy agarrado al piso, impidieron mayor recompensa. Mató de estocada atravesada. A su segundo, tras brindar a los presentes, le recibió con pases genuflexos en las tablas del cuatro. La falta de fuerzas de este burel anunciaba que la faena iba a tener falta de contenido, como así fue; le puso empeño y estuvo correcto. Mató de estocada.
Buen recibo capotero a su primero de Roca Rey, protestado de salida por su limitado trapío. Lo dejó entero en el caballo, el segundo puyazo de puro trámite. Brindó al público y en los medios de rodillas, citó al toro con dos pases cambiados por la espalda y el remate con dos de pecho pusieron la Maestranza en pie. Cimentó su faena sobre la derecha, en series cortas pero cargadas de quietud y ligazón. Con la zurda los naturales con la mano baja tuvieron prestancia. Muy firme en las distancias cortas, explosionó la tarde. Fue alcanzado sufriendo un puntazo. Finalizó por ajustadas bernardinas que tras una estoconazo fulminante, y a la mayoritaria petición, le propiciaron las dos orejas. Su segundo no ofreció garantías con el capote. Se apretó José Manuel Quintas con contundencia en los dos puyazos. Buen inició de Roca Rey por estatuarios, los muletazos fueron muy largos, llevando al toro muy templado, con la mano baja y rematándolos con poderosos pases de pecho. Sobre la izquierda bajó la intensidad ya que el de Victoriano salía con la cara alta. Ya en las distancias cortas, donde este torero se siente muy a gusto, volvió a poner a la plaza en pie. Se volcó con el acero y paseó una oreja que le pasaportó a salir por la Puerta del Principe.
A su primero Pablo Aguado le recibió con unas magníficas verónicas. Juan Ortega realizó un quite excepcional por delantales rematando con una media extraordinaria. Aguado estuvo correcto, se gustó con dos trincherazos marca de la casa en su apertura, continuó con elegancia y naturalidad una tanda por el derecho, intercaló pases soberbios en faena intermitente ante la falta de continuidad de su toro. Al entrar a matar fue alcanzado sin consecuencias. Finiquitó con una estocada en todo lo alto. Con su segundo, tras brindar al público y entre unas gotas de agua y viento, se dobló por bajo, continuó con la molestia añadida del viento y dejó con parsimonia unos muletazos y un pase de pecho de excelente corte. Se fue quedando el de Victoriano entre naturales y de uno en uno, con mimo y tacto fue templando, surgiendo un cambio de mano de sublime belleza. Mató de estocada arriba. Paseó una oreja.