Volvieron las conferencias de la Casa de Madrid. Este año dedicadas al centenario del nacimoneto de Manolete, sobre el que hablaron José María Alarcón y Ángel Lería bajo la coordinación de Fernando del Arco.
Barcelona.-.-José R. Palomar.
El pasado fin de semana, volvieron las populares Conferencias de la Casa de Madrid en Barcelona (en su tercera edición bajo el nombre de III Memorándum Luis M. Gibert (informador taurino fallecido, que las dirigió durante 25 años), a la que asistió un nutrido y selecto grupo de aficionados. Todo gracias al esfuerzo de Fernando del Arco, que éste año ha decidido dedicarlas por entero a Manolete en el centenario de su nacimiento, y los setenta años de su muerte. Se llevarán a cabo todos los viernes de Noviembre restantes: 10, 17, 24 (y el primer día de Diciembre, que cae este año en viernes), a las 19.30 de la tarde.
La primera entrega tuvo como invitados de excepción al veterano periodista José María Alarcón ( periodista de raza, que ha trabajado en medios escritos y radiofónicos), y el ex matador de toros Ángel Lería, quien ejerce la abogacía de forma brillante desde hace años. Como introducción tomó la palabra Florencio García, quien ha sido uno de los artífices de la recuperación de estas conferencias. Y a continuación Fernando del Arco, sin buscar el protagonismo, y tras unas frase, cedió la palabra a los dos contertulios…
José María Alarcón, que el mes pasado celebró los 30 años del programa taurino- único actualmente en Cataluña- que dirige todos los lunes en Radio Sant Boi, destacó dos ingredientes básicos de la tauromaquia de Manolete: la quietud y verticalidad. Dejó un legado en su polémica muerte, con tan sólo 33 años y aventuró, que con el toro de hoy que se mueve menos, podría hacerle el mismo torero que se resume en una filosofía: “cuando el toro viene no me apartaré, y será él quien se aparte”…. Entresacó, centrándonos en el percance, unas palabras que dirigió al maestro Matías Prats, poco antes de la trágica tarde de Linares en 1.947: “Matías: ¡qué ganas tengo de que llegue Octubre!…”. Se juntaban varias circunstancias: la polémica que generaba todo figura que está en la cumbre, un diestros que iba a por todas para hacerle la competencia Luis Miguel Dominguín; su –puede- que azarosa vida personal y privada…Hasta el punto que otro maestro del periodismo, Tico Medina, escribió un libro titulado: “El día que mataron a Manolete” (en plural)…
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Ángel Lería, además de su destreza de la época de matador de toros, es un privilegiado de la oratoria, por la pasión y manera didáctica que imprime a sus discursos. Tras la anécdota de que empezó a torear con una toalla emulando a su hermano mayor,, que ya era torero confesó que en las manos de su padre, aficionado riojano, cayó una película en SUPER-8 de Manolete, que reflejaba su forma de matar a los toros. Como esta suerte no era la mayor virtud de ambos hermanos, con unas imágenes que veían y repetían cientos de veces.
Lería sentenció que “no se puede ser figura si no bebes en las fuentes del toreo”, y otra frase: “un torero tiene, de alguna forma, que “estar loco” para ponerse delante de un animal de 500 kilos, y tienes que querer a esa profesión como a tu propia”. mujer…”. Volviendo a la suerte suprema, remarcó que cuando se practica el volapié, como hacía Manolete, el toro no se ha de mover, sino el propio torero….
Contó con gracejo un rosario de anécdotas, como lo que siente un diestro al enfundarse la taleguilla – “ siempre vas más de una vez al lavabo, al menos para miccionar…”- y sobre lo que duele una cornada, significó que “el torero está en plena ebullición de adrenalina y por tanto no siente, al menos en ese momento, dolor auténtico. Tras la aseveración, dio a entender lo poco probable que un toro pueda “sufrir por un arponcillo de banderilla” (por si hubiera algún antitaurino en la sala, que no fue el caso) .
Finalmente, hubo un turno de preguntas, en alguna de ellas se cuestionó el paralelismo que trazó José María Alarcón entre el toreo de Manuel Rodríguez, y el de José Tomás En definitiva, una charla enriquecedora y didáctica que sobrepasó la hora y media. Lástima, que actos de este tipo, no tengan la repercusión mediática que otros de más “relumbrón” y flashes, pero no menos calidad que el Ciclo de Conferencias que alivia la soledad del aficionado, en el Otoño taurino……Asistieron buenos ex profesionales- Luis Cantero-,la mujer de Gibert, Elvira Checa (y su hijo menor); y aficionados como el bueno de Andrés o José Luis Cantos Torres.
Próximo viernes día 10.
Contertulios: Guillermo Sena Medina: abogado y miembro de las Reales Academias de Granada y Córdoba; y Raúl Felices ex subalterno y autor de varios libros taurinos.