Aunque todavía falta casi un mes para que finalice la campaña estival, y estén por celebrar ferias del calado y trascendencia de las de Albacete, Murcia, Salamanca o Valladolid, y muchos, muchísimos festejos que se celebran en torno al 8 de septiembre, ya se puede convenir que éste ha sido un buen verano.
Paco Delgado
Comenzando en Alicante, con sus feria de Hogueras, que abre las puertas de esta época del año, en la que además de contemplar un nuevo triunfo de Roca Rey -que también salió a hombros en Castellón por San Pedro y San Pablo-, ratificar el incondicional cariño que la afición local siente por Manzanares y los indultos de Talavante -de un toro de Núñez del Cuvillo- y Escribano -de otro de Victorino Martín-, hubo mucha gente a diario y recuperó la presencia de la televisión autonómica valenciana.
Pamplona y San Fermín volvió a ser un binomio sinónimo de éxito. Lleno todos los días y muchos triunfos. Como los de Morante y Tomás Rufo -uno de los toreros que, sin que se le de demasiado bombo, está cumpliendo un muy buen ejercicio-, Fortes, Fernando Adrián y Colombo, que puso la guinda cortando dos orejas a toros de Miura.
Morenito de Aranda, a su ritmo y un poco tapado, logró numerosos éxitos y dejó ver lo que vale en, por ejemplo, Burgos, feria en la que también salieron a hombros El Fandi, Ismael Martín, Emilio de Justo y Rufo.
Castella abrió la puerta grande en Bayona tras actuar como único espada en un festejo en que celebró su vigesimoquinto aniversario de alternativa y Daniel Luque -14 orejas sólo en agosto- volvió a ser, además, uno de los más destacados a su paso por plazas francesas, al igual que Perera, gran triunfador en Mont de Marsan.
En Pontevedra -donde Castella, Luque, Talavante y Adrián, con indulto incluido, al igual que en Cuenca, fueron los más sobresalientes- se puso fin a una racha espectacular de Morante de la Puebla, que hasta entonces prácticamente contabilizó por triunfos sus actuaciones y dio pie a una de las polémicas del año al reprender a Roca Rey por un quite en El Puerto, compartiendo puerta grande al final de la función.
David de Miranda volvió a dejarse ver y tras triunfar en Huelva logró otro zambombazo en Málaga, donde también gustaron Molina, Pepe Moral -a hombros en Sanlúcar con El Fandi tras matar una de Miura-, Escribano y Fortes. En Palma de Mallorca, como también en Inca, se demostró que sigue habiendo afición y ganas de ir a los toros, en tanto que Clemente fue una de las sorpresas de Huesca, serial de asímismo importante respuesta de público, y la de Ciudad Real se perfila como plaza recuperable.
Borja Jiménez, notable por ejemplo en Azpeitia, dejó uno de los titulares de la temporada al conseguir indultar en Bilbao a “Tapaboca”, toro de La Quinta y el primero al que se perdona la vida en Vista Alegre. Todo un hito para una feria que no remonta y en la que Roca Rey volvió a dejar patente su condición de número uno y Diego Urdiales dio el do de pecho sustituyendo a Morante.
Pero no todo fue de color de rosa en estos meses para muchos de vacación y holganza: Valencia se quedó sin su feria de julio -y esperemos que fuese sólo de manera circunstancial y puntual-, Marco Pérez estuvo en dique seco varias semanas tras el volteretón sufrido en Alicante, el novillero Sergio Rollón sufrió una muy grave cogida en Valdetorres del Jarama, al igual que el alumno de la escuela valenciana Daniel Artazos en Málaga y Tomás González en Marchamalo, Morante perdió un buen puñado de contratos por la cornada recibida en Pontevedra, Roca Rey causó baja durante unos días tras ser arrollado por un toro en Bilbao, Andy Cartagena se lesionó en Roa de Duero y Román y Juan de Castilla cayeron en Requena y Bayona, aunque lo peor, y ya sin remedio, fue la muerte de un forcado, Manuel Maria Trindade, tras un golpetazo sufrido en Campo Pequeno. Esto, desgraciadamente, también va en el balance.






