Y todo para matar una novillada de Pablo Romero.
Algunos toreros que presumían de ser “gente” en el toreo, pasaron sus fatigas en aquellos tiempo del gasógeno.
Jaime Marco “El Choni” describía una situación divertidisíma: “Yo ya era novillero puntero. En Valencia, en una novillada de Pablo Romero se cayó del cartel Luis Miguel Dominguín. Yo toreaba el día anterior en Córdoba. El empresario José Barceló me propuso la sustitución y acepté. En el coche de gasógeno, en Despeñaperros, empresario, cuadrilla, apoderado y matador, empujando el coche porque no podía con las cuestas. Íbamos todos sudando y le digo a Barceló, Pepe ¿para esto vienes a contratarme, para empujar el coche como un condenado para matar una de Pablo Romero?, si por lo menos fuera una de Urquijo… Todo el mundo se echó a reir”.