La Generalitat Valenciana paraliza la entrada del veterinario en los bous al carrer tras la solicitud de los aficionados.
La Fderación de Peñas de Bous al Carrer de la Comunidad Valenciana detectó hace dos meses un decreto del consell redactado por Compromís, en abril de 2023, en el que se legislaba la imposición velada del veterinario para hacer las guías de ida y vuelta de las reses autóctonas (que hasta la fecha las realizaban las OCAPA comarcales). Este decreto no se notificó a la Consellería de Interior y Justicia, la cual es la competente en materia de autorización de bous al carrer.
Con la normativa de Compromís sería necesaria la presencia de un veterinario habilitado para la realización de la guía de vuelta, repercutiendo el gasto en el organizador del festejo.
“Tras enterarnos desde la Federación y la Asociación en Defensa de las Tradiciones de Bous al Carrer, solicitamos a la Conselleria de Agricultura la derogación del mismo; por la prontitud de la norma que entraba en vigor el 16 de abril de 2024, se ha tenido que realizar una moratoria para su futura derogación”, declara Germán Zaragozá, presidente de la Federación.
Una vez más, estas dos organizaciones demuestran estar al quite en la defensa de los intereses de los aficionados de la Comunidad Valenciana, pues en 2022 consiguieron que el Servicio Valenciano Público de Salud se hiciera cargo del importe que no cubrían las compañías de seguro.
El coste medio de un veterinario por acto en los bous al carrer se sitúa en unos 300 euros, inasumible para las asociaciones de la Comunidad Valenciana, que pagan sus fiestas de las cuotas de los socios.
Hay que recordar que la Federación y la Asociación ya ganaron un juicio a los veterinarios en el TSJCV en 2004. “El veterinario es una línea roja que hoy por hoy no podemos permitir”.