Lunes, 9 de septiembre de 2024. Plaza de toros de Campillo de Altobuey. Más de media entrada en tarde espléndida. Novillos de Los Chospes, correctos de presencia, noblones y de juego notable. Al segundo se le premió con la vuelta al ruedo. Finito de Córdoba, oreja y oreja. Miguel Tendero, dos orejas y rabo y dos orejas y rabo.
Actuó como sobresaliente Peronita.Entre las cuadrillas le dió con soltura Juan Carlos Ruiz. Presidió el alcalde de la localidad Francisco López López.
Enrique Amat, Campillo de Altobuey
La plaza de toros de la localidad conquense de Campillo de Altobuey, una verdadera joya arquitectónica enclavada en el convento de San Agustín, en pleno Santuario de la Virgen de la Loma, fue escenario de un festival taurino con un cartel de dos matadores de toros. Un festejo organizado por la empresa Bous al Carrer a cuyo frente está Gregorio de Jesus en colaboración con el Ayuntamiento y la nueva Asociación taurina de Campillo.
Un placer, un lujo y un privilegio tener la oportunidad de presenciar en un coso tan ensolerado la actuación de un torero legendario como Finito de Cordoba. Un torero que desde 1989 es santo y seña de la afición valenciana. Y que germinó la afición en tantos y tantos partidarios del finitismo galopante como Jaime Sanz, Soriano, Paco Puchol y tantos y tantos otros impenitentes seguidores de esta cuasi religión.
Con un gran y festivo ambiente en los tendidos, los novillos de Los Chospes, correctos de presencia, resultaron noblones y de buen aunque un punto desigual juego.
El primero, algo distraído de salida y con el suficiente cuajo, se dolió en banderillas y llegó al tercio final algo reservó y sin entrega.soltó la cara, a la defensiva y siempre áspero y contra estilo.
Más vareado el segundo, que metió la cara con celo en el capote. Tuvo más clase, celo, movilidad y obediencia que su hermano. Exhibió muy largos, viajes, humillando y siempre siguiendo los engaños. Un excelente ejemplar. El colorado ojo de perdiz y bociblanco tercero fue y vino, ayuno de clase, pero dejándose aunque con el defecto de salirse suelto siempre de los embroques y buscando el refugio de las tablas. Y el también colorado ojo de perdiz y bociblanco cuarto apretó en banderillas y se desplazó, yendo y viniendo, aunque le faltó un punto de clase y raza.
Finito de Córdoba,,vestido de torero de forma impecable, firmó notable saludó con el capote acsu primero con siete lances por verónicas, ganando terreno y rematando con una excelente media. Luego planteó una faena con compostura y buen concepto. Fue aparatosamente volteado, ya que el novillo se le quedó debajo de las telas.A pesar de ello, siguió planteando faena con disposición. Mató de una estocada habilidosa, corta y tendida, de efectos fulminantes.
Inédito con el capote ante el tercero, al que luego le firmó muletazos de excelente corte, acompasado, expresivo y sobrado de sentimiento, en una labor de más forma que fondo, pero en la que estuvo por encima de las condiciones de su oponente. A los sones del pasodoble Nerva, dejó retazos de su extraordinaria torería sobre el albero de Campillo de Altobuey. Un precioso epílogo precedió a una estocada corta trasera que bastó.
Miguel Tendero lanceó con vibración y comunicación con el público a su primero, al que luego muleteó con sentido de la colocación, templanza y sobrado oficio a los sones del pasodoble La concha flamenca. Toreó sobrado y suficiente, y abrochó su labor de rodillas en la boca de riego. Mató de una estocada corta algo caída que bastó.
Y ante el cierra plaza volvió a mostrarse como un torero sobrado de sitio, puesto, con recursos y al que se nota que está toreando con frecuencia. Capacidad, frescura, autoridad y sometimiento fueron los ingredientes de su faena. Mató de una buena estocada un punto desprendida que también fue suficiente. Dió la vuelta con los máximos trofeos, acompañado del mayoral de la ganadería.