El que fuera novillero Sergio Navarro cuenta lo vivido ayer en Valencia en carne propia, al manifestar su disgusto por el trato discriminatrorio hacia la tauromaquia por parte del ministerio de Cultura, cuyo titular vsitó el Museo Reina Sofía.
Ayer por la tarde, en el Palacio de las Artes Reina Sofía, lo que viví en primera persona, fue algo que nunca imaginé vivir y menos presenciar.
Siendo un niño, dedique mi niñez y mi adolescencia por y para el Toro y la Tauromaquia. Y gracias a la Cultura de la Tauromaquia, obtuve ser un hombre con valores, respeto, educación y ser válido fuera del mundo de la Tauromaquia, en pocas palabras y mayúsculas, “ SER UN HOMBRE HECHO Y DERECHO “.
Y así lo hice, acompañe a mi gente, a compañeros en la calle y dentro de la plaza vestido de luces hemos sido rivales, acompañe a compañeros de la Escuela Taurina de Valencia, acompañe a banderilleros que han ido a mis órdenes, acompañe a chavales que quieren ser toreros, a mi gente que vive del Toro y para el Toro.
Y no vivo ni como del Toro, pero “Ser agradecido, es de bien nacido”.
Viví, tristeza, rabia, impotencia, ver como hombres, padres de familia que son trabajadores, que cotizan en la seguridad social y pagan sus impuestos, porque son lo que son, Profesionales Taurinos, que tenga que ir reivindicar lo que a cualquier trabajador que a cotizado en la seguridad social recibiría, pero por ideologías de políticos se la deniegan, solo por trabajar en espectáculos taurinos, es para mear y no echar gota. Es muy duro.
Viví, el poder de un político y ministro como en este caso fue el Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, viví el poder de este señor, como utilizo las Fuerzas y Cuerpos de seguridad a su antojo.
Viví, un despliegue de 8 furgones de la Policía Nacional y más de siete coches de policías secretas, habían más de 50 policías nacionales, policías secretas por encima contabilicé 14 policías secretas.
Y todo porque entre profesionales y aficionados del Toro, éramos unas 23 personas y solo queríamos escuchar verbalmente y apaciguada mente, una explicación y dialogando como personas y respeto.
En ese instante y el Ministro no había llegado, me sentí como si fuera un terrorista.
Y no llego como las demás autoridades, ciudadanos que iban a la ópera.
Él tenía que entrar cruzando toda la ciudad de las ciencias por debajo y escondido.
Con lo fácil que hubiera sido bajar del coche y hablar como personas, no eso no, si hubiera sido en elecciones para recoger votos, lo hubiera hecho..
Pero cuando hay gente que va con la verdad y con respeto, ya puede querer entrar hasta por las alcantarillas, porque a la mala gente se le huele y se le ve venir.
Y así fue…
Viví, como entro el ministro en coche, dentro del Palacio de las Artes y viví como personas, ciudadanos, padres de familia, solo reivindican sus derechos, pero nunca con violencia.
Viví, lo que nunca pensé vivir, ver como un cordón policial levantar las porras y empezar a pegar porrazos a diestro y siniestro, por el único objetivo es que nos fuéramos, hay que vivirlo. Algo muy triste.
Viví, como un seguridad, expresa vais a llevar palos, es fuerte.
Viví, como ese seguridad expresa verbalmente “ ya habéis echo vuestro teatrito”, diciéndoselo en la misma cara de un hombre que vive del toro y un toro mató a su padre, no tengo palabras para expresar tanta impotencia.
Viví, como un hombre, padre de familia, un profesional taurino, subalterno con más de 25 años a las órdenes de las máximas figuras del torero, cuando esos mismos políticos querían una foto o compartir mesa al lado del y de su maestro, sentí mucha rabia, impotencia y mucha tristeza.
Viví, como vino hablar, la jefa de todos los agentes de la Policía Nacional de ese momento, expresando que nos fuéramos, porque el Señor Ministro no estaba dentro del Palacio de las Artes Reina Sofía.
Viví como ese superior de la Policía Nacional, mentía, porque en el interior del evento habían dos clientes míos y me confirmaron que el Sr. Ministro estaba dentro.
Viví, lo que nunca imaginé vivir. Decepcionado por ver como la Policía Nacional levanta y reparte con las porras ha ciudadanos y trabajadores españoles.
Y después de lo vivido, me pregunto: Hoy son los Toreros y mañana a los Hosteleros, Fontaneros, Electricistas y me da igual el gremio, todos se merecen respeto y sus derechos como Españoles.
¿Qué pasará?
Con lo fácil que es dar la cara y dialogar.”Y la política para los políticos.
Y hay un dicho que dice “vale más una imagen que mil palabras “.
Sergio Navarro
