Sebastián Castella y Diego Urdiales han cortado una oreja cada uno en la decimotercera del abono sevillano, una tarde en la que Pablo Aguado firmó una buena faena que estropeó con la espada.
Sevilla, 8 de mayo.
Décimosegundo festejo de la Feria de Abril.
Lleno.
Toros de Juan Pedro Domecq, embistieron y sacaron buena nota.
Diego Urdiales, ovación y oreja.
Sebastián Castella, oreja y vuelta al ruedo.
Pablo Aguado, vuelta y silencio.
Texto y foto: Toromedia
Diego Urdiales toreó bien a la verónica al toro que abrió plaza. Comenzó la faena con compostura y corrió bien la mano en las dos primeras series diestras. En la tercera el toro fue a menos y se defendió al final del muletazo. Cuando cogió la mano izquierda a su enemigo no le quedaba nada. Mató de media que fue suficiente. Ovación.
El cuarto demostró menos fuerza de salida y fue protestado por ello en los primeros tercios. Urdiales intentó afianzarlo sin forzarlo en el comienzo de faena y dibujó algunos muletazos de bonito trazo. Hubo una buena serie al natural aprovechando la buena embestida del de Juan Pedro. De uno en uno dejó muletazos de calidad hasta el final, sobresaliendo los naturales. Urdiales mató de excelente estocada y cortó una oreja.
Sebastián Castella fue fácil con el capote ganando terreno en el recibo a la verónica al segundo de la tarde. Midió al toro en el caballo. Castella hizo reaccionar la plaza en un quite ajustado por chicuelinas rematado con bonita larga. El toro acudió bien al caballo e hizo bien la suerte Agustín Romero. Aguado entró en escena para dejar un bonito quite por chicuelinas. Saludó Rafael Viotti en banderillas. Comenzó la faena con mucha disposición y el toro de Juan Pedro respondió en las dos primeras series, una por cada pitón. Sonó la música y hubo una serie más ligada por el derecho antes de que el toro bajara de intensidad. Terminó con bernardinas y bonitos muletazos por bajo. Estocada.
Castella recibió al quinto con lances con una rodilla en tierra y después de pie. Lo cuidaron en el caballo y Chacón puso dos pares excelentes de banderillas, saludando montera en mano. Castella brindó al público y ligó pases cambiados por la espalda y después derechazos en una serie en la que el toro transmitió. En las siguientes se colocó muy cerca y no logró el mismo efecto, bajando la intensidad de la faena. Castella alargó el trasteo y mató de estocada. Hubo petición pero el palco no concedió la oreja.
Pablo Aguado toreó templado de capa al tercero, sobresaliendo lances y media por el derecho. Dosificaron el castigo en varas. Brindó al pintor Miquel Barceló y comenzó con una serie excelente con la derecha. Siguió otra que fue caricia a un toro que respondía muy bien. Al natural también se gustó y siguió una serie con compás y naturalidad con la derecha. Se fue a por la espada y toreó de forma primorosa a dos manos como broche de oro a la faena. Pinchó y en el segundo intento dejó media espada saliendo tropezado. Hubo petición pero el trofeo no fue concedido y Aguado dio la vuelta al ruedo.
El sexto no dejó a Aguado brillar con el capote. Iván García se la jugó en banderillas. Y Aguado tuvo que atemperar una embestida rebrincada y nada fácil. Lo hizo con disposición pero este sexto fue el peor de una buena corrida de Juan Pedro.
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