Y aún hubiera podido ser, que el triunfo alcanzase mayor eco, Si el casi bajonazo con el que despenó a su primero hizo que la presidencia, muy justamente, le negase la oreja, la salida a hombros estaba más que cantada.
No se trata de presumir de pitoniso, no. No es mi estilo, pero cuando el pasado mes de septiembre le vimos en Algemesí, si que aventuramos que se trataba de alguien que podría ser. Hay testigos. Porque lo manifestamos, y no fui yo el único, varios de los que viajamos de regreso a Valencia. Domínguez, Sobrino, Delgado y Picó.
Pero vayamos por partes. Como dijo el clásico empecemos por el principio. Y el principio es que no debió nunca celebrarse el festejo. Frío, mucho frío. Había llovido desde la once de la noche del día anterior, hasta casi la hora de empezar la novillada. El ruedo estaba impracticable. A pesar de los trabajos de los operarios, echando arena y aserrín , lo cierto es que a medida que pasaba el tiempo, se evidenciaba el mal estado del ruedo. Pero en fin, así las cosas, me dicen que a la hora de comenzar y como todos estaban conformes, la autoridad les advirtió “Si sale el primer novillo, sepan que también saldrá el último”.
Y así fue. Salieron los seis, por cierto otra vez los de El Parralejo lucieron espléndida presentación. Si me apuran, también buen juego. Sin duda, que aún hubieran lucido más, en manos más expertas, salvo el lote de Carretero. En mi opinión los mejores segundo y quinto.
Poca gente en los tendidos, y la poca que hubo, merecía una medalla. Me informan desde el Centro de Meteo de Viveros, que se habían recogido casi un centenar de litros. Me parecen muchos, pero si lo dicen…
El mexicano Leo Valadez, sin alcanzar nota, dejó patente su voluntad de agradar. Exhibió temple, en ocasiones y seguridad. que no es poco. Su crédito queda intacto.
Carretero, ya queda dicho. Lo de Algemesí y Arnedo el año pasado no fue casualidad. Diego pude ser. Falta hace. Si la suerte le acompaña y no se cruzan unas faldas de por medio, como aseguraba siempre el mejor aficionado
que he conocido en mi vida: Manuel Mejías Rapela “El Papa Negro”
Albacete otra vez en auge como en sus buenos tiempos, en que la nómina más extensa de matadores, novilleros, y hasta subalternos era de la tierra manchega, vecina de nuestra Comunidad.
Digamos también quje Jorge Rico acusó bisoñez y le vino grande el conjunto de El Parralejo.
La buena noticia viene de la Casa de la Salud, el doctor Fernando Carbonell, “fuera gorros”, me llama para decirme que Padilla se recupera satisfactoriamente. Todo apunta a que el próximo domingo pueda torear en la primera de la feria de la Magdalena de Castellón.
Laus Deo.