Estamos en San Isidro. Sin toros, pero en San Isidro. No hay toros en la primera plaza del mundo. Primera sí, todavía, pese a los pesares. Pero sí puede haber toros en las plazas del periodismo. Y tampoco hay muchos que digamos.
Ricardo Díaz-Manresa
San Isidro, santo torero. Los cuatro que nos alimentan la esperanza son San Pedro Apóstol, San Pedro Regalado, San Isidro y San Fermín. Las cuatro patas que sostienen la Gran Mesa del Toreo. Y taurinos y periodistas.
¿Por qué San Pedro?. Se me ocurrió pensando ¿no fue el primero que cortó la primera oreja y oyó los tres avisos “la misma tarde”: en el primer toro (Huerto de los Olivos) y en el cuarto (dependencias de los Sumos Sacerdotes?). En una misma “tarde”, las dos caras de la moneda. Además, arrimarlo al toreo, es prestigio para nuestra historia y tradición por su suprema categoría como personaje. Aunque no viera un pitón en su vida y fuera un adelantado simbólico del toreo muchos siglos antes.
Tardes y tardes de San Isidro, en el 2020 con la plaza vacía, pero con el nombre de San Isidro en tantas mentes y en tantos labios. Recordémoslo porque, a este paso, como no nos salve él y los otros tres, estamos listos…
Mi esperanza estaba en septiembre como fecha para remontar. Las dulces ferias de septiembre. Septiembre vendrá con sus manzanas verdes, que dice la canción. Murcia, Albacete, Salamanca, Valladolid, Logroño etc. Ferias atractivas cada una en su estilo. O septiembre con vida o año negro. Pero Murcia ya anuncia que no habrá feria. Mala noticia como tantas otras en este nefasto 2020. En Valencia han dicho que Fallas, sí, pero cuando toca, en marzo del 2021. En Madrid adelanta el Ayuntamiento que nada de espectáculos de masas hasta octubre o noviembre. Y ya veremos, porque nadie sabe nada de lo que puede pasar con el coronaví.
Mientras tanto, Morante, en su “originalidad”, y para animar, dice en ABC que no pasa nada por un año sin toros. ( Para él desde luego no, que está “forrao”. Nada grave para los espectadores salvo privarlos de su afición y sus sentimientos. Ya saben que toreros y futbolistas no son imprescindibles, pero que se lo diga a los ganaderos que matan toros enviándolos al matadero por razones económicas en un horizonte negro. O a los empresarios que no verán un euro en panorama sin esperanza, o al turismo que no aportará nada, o a todos los hosteleros que llegará la feria –que era el maná- y continuarán secos y a todos los que vivían por la celebración de espectáculos, o a los trabajadores humildes que viven del toro en segundo, tercer o cuarto nivel etc.). Este Morante, este chico…
Y para rematarlo le preguntan ¿estarás loco por torear?. Y la respuesta es para animar mucho a los demás. “Ningunas, si te digo la verdad”… Este chico…¿Por qué no te callas?
Y nuestro Gobierno -¿Gobierno?- anima como Morante y legisla que todo el que llegue del extranjero estará obligado a 14 días de confinamiento… Habrá patadas para venir… Y dice que espectáculos taurinos sí, cuando toque, pero que a ¡¡¡¡¡ NUEVE metros, NUEVE!!!!!! de distancia entre cada uno de los espectadores, cuando la oficial marcada para todos es de dos y, por supuesto, peluqueras/os están a una gran distancia, pero grande, nueve metros o muchísimos más, de sus clientes. Y preguntaremos a dentistas, podólogos etc si se ponen a 9 metros o a 90 de sus pacientes. Gobierno. ¿Gobierno?. Los 22 o 222 “cerebros” (pocos para los que hacen faltan, que los gastos son pequeños…Anímate Sánchez que hacen falta más hembras en tu Conseja de Ministras, sobre todo desde el 8-M, que les iba la vida, y más tíos tan listos como los que hay) del Consejo de Ministros o Conseja de Ministras. ¿Por qué dictan lo de los 9 metros, 9?.
Muchas de las cosas que vemos estos días son incomprensibles…¿No habrá objetivos oscuros por detrás..? En el caso de los toros está clarísimo : prohibirlos…En otras ¡adivínenlo! Que los santos nos libren del virus rojo.
Y como el coronaví sigue ahí y el coronatoros no digamos -no se sabe que es peor para el toreo- pues a los taurinos se les ocurren cosas como al que asó la manteca. Tentaderos con muerte para distraer (creo que Urdiales y Juan Mora han sido protagonistas, no lo sé ni me importa) y corridas televisadas sin público como esperpento supremo…Para hacer esto… estense quietecitos… sigan sumidos en el nirvana… O las cosas se hacen de verdad o no se hacen. Nunca paripés…
¿Han empezado una lucha en los medios informativos para demostrar que están vivos y reivindicar derechos y ayudas? Nanay. ¿Han intentado, como dice mi amigo Valentín Azcune, crear un fondo económico para paliar las crisis como hacen los del fútbol? Nanay. Que ya los tienen la UEFA y la FIFA. Y es que, como afirmó rotundamente José María García hace ya mucho tiempo, el fútbol es un espectáculo menor llevado por inteligentes o espabilados mientras que los toros –espectáculo mayor- está manejado por ineptos, ceporros cum laudem, irresponsables de la vida. Estos fondos podrán paliar muchos desastres pero parece que no hay ni inteligencia ni decisión para hacer nada. Los creyentes, que los habrá en el planeta de los toros, invento de Cañabate, esperarán un milagro. Como haya septiembre negro, temporada en blanco. No, en negro.
Y mientras tanto, hasta los periodistas deportivos, pongan a Josep Pedrerol, por ejemplo, atacan a los futbolistas “por quejarse tanto” y nosotros deberíamos hacerlo con los del toro “por no quejarse nada”. O casi. O sin eco.