Se ha quedado solo tras la retirada de Morante, lo que nos lleva a una situación muy especial. No es la primera vez que ocurre porque no hay nada nuevo bajo el sol, pero es diferente. Cuando se quedaron solos con el peso de la temporada, otros tenían una fuerza tremenda, un imán arrebatador y una popularidad altísima.

Ricardo Díaz-Manresa
Por ejemplo, el caso de Manuel Benítez “El Cordobés”. Toreando todos los días llenaba con dos pelaos al lado. Pero tenía en el escalafón a nombres como Antonio Ordóñez y Paco Camino, además de 4 ó 5 de enorme nivel y, más abajo, otros con mucha calidad.
Ahora, no. Talavante está ahí pero no es un líder. Manzanares, acompaña. Daniel Luque triunfa pero no atrae a la masa. Perera ya lleva mucho tiempo ya aunque es modelo de torero. Juan Ortega y Pablo Aguado van paso a paso. Borja Jiménez aprieta pero todavía le queda. Y Emilio de Justo es la voluntad pero sin fuerza en la taquilla.
Así es difícil hacer carteles, bastante difícil, para atraer al público. Y es verdad que Roca Rey interesa al público en general y a la juventud en particular, a la que cuida dentro y fuera de los ruedos. Y en sus manifestaciones siempre defiende muy bien los valores de la tauromaquia.
Tiene valor, gran pundonor, se arrima mucho, y posee la técnica suficiente para hacer embestir a muchos toros y aprovechar otros tantos. Y, por ejemplo, en el 2025, año de Morante, se sobrepuso para no quedarse atrás. Además de las peleas light que mantuvo con el de la Puebla, con el que toreó muy poco.
Pero el peso de la temporada puede acusarse en un diestro todavía joven aunque lleve 10 temporadas de matador de toros. Y hay que tener en cuenta que en el 25, por su afán de dar la cara, tuvo muchas volteretas y alguna que otra cogida, que esperamos no se repita y deje sin su presencia algunos carteles. Es torero de valor y con muchas cercanías, lo que conlleva un claro peligro.
Como hándicap tiene también a una parte de la afición a la que no convence.
Pero es que además los empresarios, ciegos y egoístas, no han dado a los jóvenes con futuro las oportunidades que merecían. Y aunque surja alguno con la fuerza suficiente, todo requiere su tiempo y el problema de toreros con gran tirón no se resuelve de la noche a la mañana.
Hay que ver también como su apoderado, Luis Manuel Lozano, plantea la temporada, su número de actuaciones y los compañeros elegidos. Y tiene que echarse el peso de las grandes ferias, en especial de Sevilla y Madrid y llenar las demás plazas, que es lo que se espera del torero peruano.
Veremos. Tenemos que dar un margen de confianza para que Andrés resuelva la papeleta a la espera de alguien que pueda acompañarle y descargarle de toda la responsabilidad.
Hay que confiar, a priori, en sus posibilidades.







