El toreo al natural del alumno de la Escuela Yiyo le llevó al triunfo.
Madrid, 9 de octubre.
Final de Camino hacia Las Ventas.
Novillos de Ángel Luis Peña.
Pedro Gómez, Palmas y ovación.
Samuel Castrejón, ovación y oreja.
Ignacio Garibay, silencio en su lote.
Castrejón fue declarado triunfador del certamen.
Miguel Ángel Herráiz
Foto: Plaza 1
Final del certamen de novilladas sin picadores “Camino hacia Las Ventas”, en su XIII edición, con astados de Ángel Luis Peña, bien presentados, encastados, exigentes, con movilidad, dando juego suficiente para llevar la emoción a los tendidos y disfrutar de una buena y entretenida velada taurina. El mejor novillo fue el enrazado quinto al que Samuel Castrejón cortó la única oreja de la tarde, por su toreo de expresión con la izquierda, proclamándose además triunfador de esta edición del certamen. Pedro Gómez mostró actitud en los dos que lidió, exhibiendo firmeza en su primero, brillando con importantes muletazos por el derecho en su segundo. Ignacio Garibay se enfrentó a un primero de irregular embestida, el otro no dio facilidades, cuajando gran estocada en cada uno de ellos.
Pedro Gómez recibió a su primero, utrero, estirándose por verónicas, rematando con una media envolvente. Inició en el tercio con la muleta pasándolo por ayudados hasta cerca de los medios. En la segunda serie por el derecho dio profundidad a los muletazos abrochando con largo pase de pecho. Cambió al izquierdo, embistió algo rebrincado, solventando con actitud, mandando, desplazando lo suficiente para que no se quedara debajo. Fue perdiendo movilidad saliendo algunos con enganchón pero sin mellar el ánimo del torero. A su segundo lo recibió a portagayola con una larga cambiada de rodillas, ejecutada con pasión y limpieza, para a continuación, en los medios, dar dos largas cambiadas de hinojos y terminar en pie por verónicas. Banderilleó luciéndose en un par al quiebro junto a tablas. Brindó al público. En los medios, con nobleza y prontitud, acudió a la muleta pasándolo largo, templando, ligando con ritmo, cuajando importantes muletazos por el derecho. Por el izquierdo no terminó de cruzarse bajando el tono. Finalizó por manoletinas entre las rayas.
Samuel Castrejón saludó semigenuflexo por verónicas a su primero, utrero, que se acostaba por el derecho. Con escaso ritmo y rebrincado acudió inicialmente a la muleta. Ligó mostrándolo despacio por el izquierdo. En la segunda serie por el mismo pitón, aunque fueron de a uno, bajó la muleta, salieron con verticalidad, limpieza, enjundiosos, rematando detrás de la cadera y conectando fuertemente con el público. Su segundo, utrero, salió suelto en el capote. Inició con la muleta bajando la mano por el derecho, a este encastado ejemplar, para posteriormente citar de largo y llevarlo embebido en la muleta. Por el izquierdo volteó al torero. En los medios lo llevó con la izquierda, encajándose, pasándolo muy reunido, tirando, con intensidad y ligando, dejándolo detrás de la cadera con el reconocimiento del público. Volvió al derecho quedándose cerca el novillo, teniendo que perder pasos para conseguir ligazón.
Ignacio Garibay recibió semigenuflexo con una tijerilla a su primero que siguió suelto sin darle opción a estirarse con el capote. En la muleta resultó rebrincado, incómodo, exigente, irregular y encastado. Inició con la pañosa por estatuarios en el centro del ruedo. En la primera tanda por la izquierda desarmó. Embistió descompuesto desarmando dos veces más por el derecho. Volvió con firmeza al izquierdo pasándolo en una serie extensa con escasa transmisión por parte del novillo, sin posibilidad de remontar. Saludó al que cerró plaza con una larga cambiada de rodillas en el tercio y dos faroles de hinojos. Continuó por verónicas siendo volteado con derrote en el gemelo derecho, afortunadamente sin consecuencias. Lo intentó por ambos pitones mostrando poco desplazamiento por el derecho, colándose por el izquierdo. Se entregó y arriesgando sustrajo meritorios muletazos, siendo otra vez volteado cuando lo mostraba al natural por el derecho, sin ayuda.