No todo fue humo
Durante diez días Valencia vivió sus fiestas falleras, en las que la música, la pólvora y la gente prepararon el camino al fuego purificador. También en el coso de Monleón hubo color, ambiente y abundantes notas de interés, muchas de las cuales no deben desaparecer sin rastro como el humo que acabó con las fallas.






