Desastre en octubre

Que la vida es un valle de lágrimas es algo tan cierto como que la tierra gira alrededor del sol. Pero se nos ha olvidado y pensamos que somos invulnerables prácticamente a todo. La Naturaleza, tozuda, nos recuerda a cada tanto que su fuerza sigue siendo implacable, pese a que no le hacemos maldito caso.