Tristán Barroso tomó la alternativa el pasado 19 de abril en la plaza de toros de Arles. Tras la lesión sufrida en Mont de Marsan en julio del año pasado, que le impidió poder ascender al escalafón de matadores de toros tal como tenía previsto al mes siguiente en Dax. Después de pasar por una larga recuperación, por fin pudo cumplir su sueño.

“Era un sueño que por fin se ha cumplido. Se ha hecho largo, pero ha llegado. Y luego sobre todo es todas las perspectivas que se me abren de futuro. Es la combinación de un sueño como era el de la alternativa y el comienzo de otra etapa que espero sea triunfal.”
Desde el percance debió estar dándole muchas vueltas a la pelota.
“Pues sí, fue un proceso largo. Desde mitad de julio de 2024 cuando tuve la lesión, estuve recuperándome y entrenando. No pude llegar a la alternativa en Dax, tampoco pude llegar luego a Zaragoza, donde estaba anunciada la alternativa en la feria de El Pilar. Han sido meses de recuperación, de sufrimiento. Y luego un invierno en el que he tenido tiempo para pensar, para madurar, para entrenarme y para darme cuenta de que lo que quiero, por encima de todo, en ser torero. Este parón me ha servido de mucho.”
Los aficionados se preguntan de donde se siente usted. Madrileño de nacimiento, formado en la escuela de Badajoz y el otro día le anunciaban la alternativa como francés
“Bueno, de todo eso hay.Yo nací en Madrid, luego me hice torero en la escuela taurina de Badajoz. Y mis vinculaciones con Francia vienen porque mi madre es francesa y toda la familia por parte de ella son franceses. Yo me siento español y me siento también francés. No puedo renegar ni de mis orígenes por nacimiento ni por consanguinidad. Ni de donde realicé mi formación taurina. El otro día fue bonito que para la alternativa nos anunciasen como tres toreros franceses. La afición de allí lo recogió muy bien y esperemos que el cartel se repita muchas tardes.”
Y como francés, estaba destinado a tomar la alternativa allí.
“Sí, iba a tomarla en Dax en el mes de agosto. Francia es un país al que quiero mucho. Tanto por mi familia como por el respeto que tienen a los toreros. Yo quiero y admiro mucho a esa afición. Es parte de mi vida, y me siento muy a gusto con sus aficionados.”
Además, Francia es para los toreros una puerta importante. Prácticamente allí se desarrolla una temporada paralela.
“Sí, y este año voy a torear muchas corridas en Francia y en plazas importantes de este país. A veces he estado allí y no me han salido las cosas o por el toro, o porque he pinchado. Pero tengo yo muchas cosas que decir en esas plazas.”
Su padrino, Sebastián Castilla es una figura en ambos países.
“Cuando me cedió los trastos, aunque él es de pocas palabras, me dijo que le hacía mucha ilusión darme la alternativa por ser francés. Él para mí es un referente. Es paisano y figura del toreo, y ojalá alternemos muchas tardes. El también tiene orígenes en España, porque se formó como torero en Sevilla de manos de José Antonio Campuzano. Fue un privilegio para mí, y también que otro francés, como mi compañero Clemente, estuviese de testigo.”
Entre ustedes hablaron francés.
“Alguna palabra en español también se nos escapa, porque todos hemos vivido mucho en España, pero si la verdad es que hablamos en francés.”
Pocos días después de la alternativa, tuvo que afrontar en Zaragoza una tarde dura. Con una corrida seria y un ambiente a contra estilo.
“Fue una corrida que me sirvió para curtirme y coger experiencia. La corrida fue seria, me dieron una voltereta, y un sector de público estuvo muy a la contra. Zaragoza es una plaza muy importante, llena de buenos aficionados y una plaza de primera. Es una pena que algún grupo se portase con mucha dureza y crueldad. Y eso no es de recibo. Pero para mi crecimiento y madurez me vino muy bien. Porque fui capaz de salvar aquella tarde y salir del paso con dignidad. Espero volver.”
Se hace duro vivir estas situaciones.
“Sobre todo en un sitio tan importante como Zaragoza. Como digo, no faltaron reventadores. Es una pena que una plaza de esa categoría y de tan buenos aficionados pasen estas cosas. Que un grupo no solo proteste, sino que insulte a los toreros y a nuestras familias. Y jugándose uno a la vida. Pero Zaragoza es mucho más que eso, le tengo cariño y volveré para triunfar.”
Francia es otra cosa.
“Sí, allí se vive el toreo de otra manera. Es una afición estudiosa, exigente pero respetuosa. Quizá con menos pasión que la española, pero muy entendida. Y con mucho respeto a los toreros. Valoran la entrega de los toreros.. Allí la palabra justicia se escribe con mayúsculas. Si estás bien, te repiten sí o sí.”
Y esa justicia, digamos poética, se demuestra porque usted va a volver a torear en Mont de Marsan este verano.
“Así es, en aquella plaza, en julio del año pasado se me desbarató todo, pero también fue una buena tarde. Es más, una de las tardes más importantes de mi carrera. Porque fue un día en el que toreé muy bien un novillo, y aquello marcó mi carrera, si bien luego vino la cogida y todo lo demás. Pero bien, ahora vuelvo en la feria, y además alternando con Miguel Angel Perera y Emilio De Justo, dos grandes figuras del toreo y que también están relacionadas con Extremadura, como yo.”
Madrid.
“Bueno, Madrid ya llegará. Todo se andará. La plaza está ahí. Yo como novillero tuve tardes buenas en Las Ventas y no hay prisa por ir. Yo me dedico a torear y a entrenar. Lo otro son cosas de mi apoderado. Cuando vayamos, iremos bien si Dios quiere.”
Se ha unido a esa generación de toreros nuevos, como Nek Romero, Samuel Navalón, Alejandro Chicharro.
“Sí, y me hace mucha ilusión. Porque son toreros con los que empecé a torear todavía sin picadores, y ahora es muy bonito ver que estamos todos en el escalafón de matadores. Eso es bueno para nosotros, y también es bueno para la fiesta, porque los aficionados quieren ver toreros nuevos. Y más en esta etapa en la que está yendo muchísima gente joven a los toros.”
Dicen que su vocación nació en Francia, viendo los encierros de San Fermín con su madre y su abuela.
“Cierto. Mi abuela me levantaba todas las mañanas para ver los encierros. Y me llevaban a los toros a la plaza de Dax. Ellas sembraron mucho la afición en mí. Ahora me dicen que me arrime. Que como no he querido estudiar, me toca arrimarme como un perro. Esto es una profesión que requiere una dedicación plena, constante. Pero es un privilegio poder vivir de lo que a uno le gusta. El toreo es mi vida y desde que me levanto disfruto de todos los momentos de mi profesión. Es mi día día y mi ilusión.”
Y al final, junto con su familia consanguínea, la familia del toreo también es importante.
“Por supuesto. Si casi paso más tiempo con mi cuadrilla y con mi familia que con mi familia. La cuadrilla y el apoderado. Tengo una relación muy buena con Carlos Zuñiga. Es con quien más hablo y comparto el día a día. Ambos tenemos un sueño por cumplir. Carlos lucha y apuesta por mí con una gran categoría y una entrega importante. Él llega de los viajes largos y está fenomenal, a pesar de la edad. Es una grandísimo taurino, con una gran experiencia y que además tiene un gran corazón y hace las cosas con dedicación, lo mejor posible y siempre con alegría. Yo estoy encantado con él.”