La competencia entre Aparicio y Litri.
La competencia, en algunos casos, ha sido histórica. En algunos casos hasta de niños, como les ocurrió a Aparicio y Litri: “En la despedida de novilleros en Granada –contaba Julio Aparicio–, fuera de los ruedos, como dos niños, nos peleábamos en la habitación que compartíamos. Por el espejo vi qu Miguel cogía una almohada y le dije:
– Esa almohada es mía
– No.
Y comenzó la discusión hasta el punto de que cada uno tiró para sí y se resbaló y estuvo a punto de partirse el hueso sacro. Vino un médico y a punto estuvimos de no torear”.
Hasta aquí la competencia, incluso en los hoteles.







