Gragorio Sánchez y su “tartaja”.
El propio Gregorio Sánchez, fallecido el pasado 2017, en un año terriblemente nefasto para el mundo del toreo, Ivan Fandiño. Palomo Linares, Dámaso González, Manolo Cortés. la torera Angela, los mexicanos Armillita y Juan Silveti, dos novilleros sudamericanos, uno de ellos llamado Renato Mota y otro cuyo nombre lamento no recordar, el ganadero, Apolinar Soriano, los padres de mi admirado y buen amigo Paquito Esplá, Paco y Tirsa, periodistas del mundo de los toros como José Luis Suarez Guanes, conde del valle de Pendueles, y Juan Soto Viñolo el ganadero Victorino Martín, sin duda uno de los mejores ganaderos de toda la historia del toreo y hasta el niño Adrián, que no pudo superar el maldito cáncer, y por ultimo el recordado mozo de espadas Miguel Montoro; el mismo Gregorio, digo, no ocultaba su casi tartamudez y lo mucho que le costaba, en ocasiones, articular palabras.
En mis comienzos, dice Gregorio, fui a brindarle un becerro a la marquesa de Puebla, en cuya casa mi tía trabajaba de doméstica. Estuve un rato moviendo los labios sin poder decir nada.
La marquesa le dijo a mi tía, quisiera saber que me ha dicho su sobrino en el brindis.
Pues es que mi sobrino cuando se pone nervioso se atranca mucho y le habrá querido decir tantas cosas, que al final no le habrá dicho nada,
Gregorio recordaba que la situación se repitió también otro día en el brindis que le dedicó a su amigo Salvador Martín, hasta el punto de que después de bastante tiempo azorado y sin articular palabra, le dijo “Lue, lue, luego te lo digo”…







