
Paco Peña fue un banderillero quien durante 23 años actuó en los ruedos a las órdenes de toreros muy importantes como Emilio Muñoz, Morante de la Puebla, Julio Aparicio, Javier Conde y un largo etc. Abandonó las plazas y cambió los capotes y las banderillas por su presencia en los tablaos y escenarios.
Enrique Amat
Ahora ha publicado el libro “El cante y los toros son primos hermanos”. En él habla del hermanamiento entre ambas disciplinas. Editado por la Asociacion Cultural Amigos de Écija. También cuenta en su haber con dos Compact Disc “Con la Verdad por Delante” y “En Estado de Gracia”.
El cante y el toreo. Dos artes grandes.
“Así es. El día es bueno para torear y la noche para cantar. Yo he sido capaz de compaginar las dos disciplinas. Mi madre me parió así, y Dios me dió esta gracia. Este privilegio de poder ser torero y ahora ejercer el cante grande. Es lo que siento, lo que me nace de dentro, lo llevo en el sentimiento y en el alma. He tenido el suerte de poder expresarme como artista en estas dos disciplinas.”
Su carrera en los ruedos fue larga y actuó a las órdenes de muy importantes espadas.
“En mi libro quería escribir las vivencias que tuve en el ruedo con tantos y tantos buenos toreros. Y expresar, en la medida de lo posible, mis sentimientos delante del toro y en el escenario. El toreo y el cante son disciplinas hermanas. Unos y otros se gustan, porque al torero le gusta el cante. Y a los cantaores les gusta el toreo. El cante y el toreo son vivencias muy afines.”
Usted ha toreado junto a grandes figuras, y cada uno ha tenido su personalidad y su palo.
“El primero fue Emilio Muñoz. Con él aprendí mucho. Era muy exigente. Fue el que más me enseñó a colocarme, a saber estar en la plaza, a hacer las cosas bien en la cara del toro. Aquello era al principio de mi carrera y fue capaz de enseñarme para que luego llegara a ser todo lo que fui. A Emilio, como torero, le haría un cante de Triana por soleá, un alfarero. Es el espíritu trianero. Y delante del toro se le adivinaba ese sentimiento.”
Y otros de sus jefes de fila también tuvieron una personalidad muy acusada.
“Morante de la Puebla es muy sevillano. Le cantaría las sevillanas del Gran Poder, y le tengo hechas unas a la Virgen del Baratillo en las cuales se cita a Morante. Sevillanas flamencas y lentitas es lo que le va a José Antonio. Por su parte, a Javier Conde le cantaría unos tangos de su paisano El Piyayo, que es de su tierra. Y qué voy a decir de Julio Aparicio. Hijo ni más ni menos que de la Maleny Loreto. La gitana que ha tenido los brazos más bonitos que existen en el baile. Emparentado con la casa de Manuel Torre. Le cantaría unas bulerías muy sentidas. La reata que tiene Julio Aparicio y su familia es maravillosa.”
Ha declarado que le ha gustado cantar siempre para toreros retirados. Como a Curro Romero y Rafael de Paula.
“Es que son dos toreros que han dejado impronta, un recuerdo eterno e imborrable en la afición. Son toreros de otra generación, con los que no tuve ocasión de actuar en el ruedo. Pero mi inspira lo que fue su arte en la plaza, ambos son muy flamencos. Han inspirado poetas, que les han escrito unas letras muy bonitas. Y sus propios nombres suenan a flamenco. Dos referencias en el toreo y en el cante.”
La responsabilidad antes de salir al ruedo y a un tablado es la misma, porque hay que transmitir sentimientos en público.
“Así es, se vive la incógnita y el miedo tanto en el ruedo como en el tablado. Es idéntico. Yo esa sensación la tuve durante mis 23 años en las plazas. Esos instantes previos en la habitación, rezando para que todo saliese bien, mentalizándose uno. En el camerino también te haces esas preguntas. Si saldrá todo bien, si tendrás el día, si estarás inspirado, si cogerás el tono, el punto, el compás. Y el respeto al público y el miedo a no defraudar. Y el saber y el poder de ser capaz de expresarte como torero o cantaor.”
Son profesiones en las cuales hay que estar muy centrado y tener la mente muy abierta.
“Totalmente. Hay que estar abierto a todo y buscando siempre la inspiración. Y aprendiendo continuamente. Se dice, y es verdad, que al mejor aficionado es al que más toreros le caben en la cabeza. Y lo mismo en el cante. El flamenco es un contagio. Chocolate decía que lo primero es ser muy aficionado.Y luego, estar abierto y receptivo para poder recoger detalles de los otros. A mi me han inspirado el Tío Borrico, El Talega, Rancapino, Juan el Torta, Camaron, Manuel Torre, Fernanda de Utrera. Con Juan el Torta estuve en la inauguración de un corredero que hizo Morante de la Puebla en la Puebla del Río, en la firma Malvaloca. Compartimos una noche fantástica y aquello fue una experiencia inolvidable. Iagual que hay toreros artistas y tremendistas, yo pertenezco al grupo de los cantaores de sonidos negros porque mi eco de voz es así, no tengo una voz limpia, la mía es rota y doliente”.
Seguimos con el cante y el toro.
“Son los dos artes más grandes que hay. Los que nos identifican a los españoles en el mundo entero. Y a lo andaluz. Yo soy andaluz, astigitano, de Écija, donde hace más calor que en todo el mundo. Y hay toreros que han cantado my bien. Curro Romero era muy aficionado al cante. Y ha cantado y templado muy bien. Y también Pepe Luis Vázquez y José Luis Parada. Y luego han habido cantaores que han querido ser toreros. Camarón, quien lo intentó pero decía que no tenía valor, pero qué maravilla de cantaor fue. El más grande. El Turronero también es un gran aficionado, y Paco Cepero, un genio como guitarrista a quien también le hubiera gustado ser torero.”
Y el Capullo de Jerez.
“El ha engrandecido los tangos de Badajoz. Imprime un sello especial a los toques. Un soniquete y un compás únicos. Cada uno en su forma. A mí me gusta coger detalles de uno y de otro, como decía Paco de Lucía. Me encanta el cante de Manuel Agujetas, con el que conviví una temporada. Tenía una voz rota y doliente. Un gran expresión en la voz. Puro flamenco: salvajismo, inspiración, lo que le nace a uno de dentro.”
Y luego han habido buenos profesionales en la plaza que luego fueron grandes cantantes.
“El Almendro, Enrique Ortega, estuvo de banderillero en las cuadrillas de Joselito, de Rafael El Gallo y de Maera. Y fue un cantaor excepcional. También las malagueñas de Enrique el Mellizo han pasado a la historia. Y han sido toda una base del flamenco. Además fue puntillero de toreros como Manuel Díaz Lavi y Diego Ortega Marinero. Era gaditano, y la provincia de Cádiz también ha sido siempre muy torera y muy flamenca.”
Existe una amplia relación de toreros y sus cantantes preferidos. Ricardo Torres Bombita y Joselito admiraban al cuñado de éste El Cuco, banderillero en su cuadrilla. Rafael El Gallo, del gitano de Jerez Manuel Torre; Rafael Molina Lagartijo era seguidor de Rafael Rivas y Juan Belmonte, del Mellizo. Antonio Fuentes escuchaba a El Pollo Rubio. Sánchez Mejías, era seguidor Manuel Torre y Luis Miguel Dominguín, de Manolo Vargas. Curro Romero y Paula de Camarón.
“Aparte de todos estos, la familia de los Caganchos, que eran fragueros, y por eso se decía lo de que tener gancho cantando. Un quejío. Y Manolo Caracol tataranieto del Planeta, biznieto de Curro Dulce, sobrino nieto de Paquiro y sobrino del Mellizo.”
El compás y el temple son términos que se aplican al cante y también en el toreo.
“Es que templarse es lo más importante. El temple es la cadencia. El temple es lo que somete la velocidad y la fuerza del toro y se la quita. Es lo que decía Pablo Lozano. Que templar es acompasar esa fuerza del toro al dominio del capote y la muleta. Y en el cante lo mismo. El compás no es ritmo, es galope, en el toreo y en el cante. Para las bulerías o el tango, lo importante es ese ritmo. En el toreo acomodar ese galope, la velocidad del toro. En el cante, el chorro de la voz.”
Dicen que el Turronero tenía debilidad por usted.
“Así es. También se apellidaba Peña, como yo. Era paisano de mi compadre Guillermo Gutiérrez Ecijano, que tantos años actuó a las órdenes de Espartaco. Era sobrino de Fernanda de Utrera. A mí también me llamaba sobrino. Y Manuel Agujetas, que era muy personal y muy suyo. Yo tuve el privilegio que me diera un sitio muy cercano. Que me permitiese estar una temporada con él. No tengo más que alegrías de aquella época.”
De entre tantos y tantos, ¿quienes han sido los mejores?
“En el toreo Antonio Ordóñez. Y en el cante Manuel Torre. Los dos han sido pilares en lo suyo. Son las dos columnas del cante y el toreo.”
Y Rafael de Paula también fue partidario suyo.
“Una vez fui a cantar a Jerez, a una taberna, a una venta pequeña. Y tuvo el detalle de venir a verme. El, que no salía mucho de casa. Vinieron los gitanos de Jerez con nosotros. Estuvo muy cariñoso. Luego se puso a torear con una manta en medio del barrio de Santiago de Jerez. El que haya venido Rafael de Paula escucharme cantar es todo un premio.”
Usted ha publicado un libro, y tiene también dos CDs de su música.
“Es una satisfacción y una alegría. Porque el que tiene un libro nunca muere, ya que siempre está ahí para que el que lo quiera ver. Lo mismo que un disco. Pero mira, lo que me gusta en realidad es el directo. Yo quiero ir a los sitios, que me vean, que disfrute la gente conmigo. Sentirme a su lado, conseguir su contacto. El arte se lleva dentro y hay que expresarlo.”
Pero el artista tiene días y días.
“Es que el torero es un ser humano. No todos los días se levanta uno igual. Cada momento y cada estado de ánimo se refleja en el cante y en el palo que tocas. Yo empecé más por la vía de la seguidillas y el martinete, y luego me dio más por las alegrías y las bulerías. A medida que madura uno, se canta mejor. Decía Agujetas que el arte se lleve dentro. Por ejemplo, las bulerías definen un estado de ánimo muy dulce. Yo mi primer CD lo viví y lo grabé en una situación personal concreta. Ahora estoy en otra, tengo una mujer maravillosa y un hijo también maravilloso. Y eso se refleja en la voz, en el sentimiento, es lo que quieres expresar.”
Tiene una gra relación con Valencia.
“Yo viví en Valencia unos años, y allí tengo muchos amigos. Es una tierra de grandes profesionales. Mi primer año en el toreo me llevé allí los premios de la Diputación al mejor par de banderillas y a la mejor lidia. Allí quiero mucho a la gente. Y espero volver pronto y tener ocasión de cantar allí. Lo que quiero es convertirme en el cantaor del toreo.”