El Casino de Agricultura de Valencia fue escenario ayer de un nuevo evento de su Foro Taurino. En este caso consistió en una mesa redonda titulada “La cría del toro bravo”. El acto contó con una gran asistencia de aficionados llegados desde muy diversos puntos, como Castellón, Requena, Venta del Moro, Utiel, Chelva, Foios y Faura entre otros. Tomaron parte los ganaderos Pedro y Aida Jovai y el matador de toros castellonense Varea.
El ganadero Pedro Jovani, quien tiene su finca en la localidad castellonense de Sant Mateu, describió su trayectoria como ganadero desde sus inicios. “Llevo ya dieciséis años al frente de la ganadería, Fui un autodidacta y aprendí yo solo junto con mi gente. Comencé con reses de Cayetano Muñoz y Salvador Domecq, y luego de Torrestrella, un encaste que siempre me gustó. Ahora me encanta lo de Núñez del Cuvillo y Garcigrande, que están en un gran momento. Yo intento cuidar mucho la selección, y busco un toro que repita, que tenga duración y que transmita. La presentación, el trapío, se puede controlar con la alimentación, pero el juego de los astados es impredecible, por lo que hay que ser muy exigente en la tienta. Yo al menos exigo mucho. Ser ganadero requiere un gran esfuerzo en todos los sentidos, una gran dedicación, pero es algo vocacional y no lo cambia uno por nada. Para mí es lo más bonito que hay. ”
Jovani ha lidiado con éxito en los últimos años en plazas como Requena, Utiel, Bocairent, Chelva, Algemesí y Alcora, en festejos con participación de alumnos de la escuela de tauromaquia.
Este acto sirvió también como presentación oficial de la nueva titular de la ganadería, Aida Jovani, hija de Pedro. Una universitaria estudiante de Magisterio, en quien su padre ha decidido delegar la representación de la misma. De hecho, los astados que lucen el hierro de la jota, se lidiarán a partir de ahora con el nombre de Aida. Esta aseguró: “Afronto este reto con mucho ilusión. Mi padre me dio una gran sorpresa cuando me lo dijo. Yo llevo desde muy pequeña viviendo este ambiente, y meto muchas horas en la finca. He tratado de comenzar a meter la informática en el seguimiento de la ganadería, ordenar y sistematizar las notas. Y seguir buscando la bravura para nuestros astados. Para el año que viene tenemos cinco novilladas sin picadores y un lote de utreros, con el que esperamos debutar en festejos picados. Nos haría ilusión que fuera en una feria como la de Algemesí, donde ya hemos lidiado con buen resultado”.
Por su parte, el matador de toros castellonense Varea, quien prácticamente se ha criado en esta finca, hizo un balance de su trayectoria en los ruedos. Un torero que pisó como novillero plazas importantes como Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao, Santander, Gijón, Málaga, Alicante o Castellón. El año pasado tomó la alternativa en Nimes y luego apenas toreó dos corridas más en Vinaroz. Vera, quien desveló que su apodo viene de un cantaor de flamenco de Burriana llamado Juan Varea, comentó: “La vida del torero da muchas vueltas. Tras mi triunfo en Zaragoza en octubre de 2014, al año siguiente me fichó una casa grande y pude torear en todas las ferias. El año pasado, me despedí de novillero en plazas como Valencia, Castellón Sevilla y Madrid. Y tras una alternativa de lujo, luego sólo toreé dos corridas en Vinaroz. Ha sido un año duro, en el que no lo he pasado bien. Pero ahora estoy muy mentalizado. Mi nuevo apoderado, Alberto García, me ha dicho que voy a torear con frecuencia en 2017. Aunque yo tengo que ayudar, porque el mejor de apoderado de uno es uno mismo. Si triunfas en la plaza, las cosas se arreglan y se lo pones muy fácil a quien dirige tu carrera para que te firme contratos. El toreo es un arte que tiene mucho de sentimiento y expresión. Yo intento ser auténtico en la plaza y fiel a mí mismo, aunque a veces me pesen los estados de ánimo. Esta es la profesión más bonita que existe, aunque las compensaciones son más espirituales e internas que materiales. Porque si hablamos de dinero, es para ponerse a llorar.”
Foto: Mateo