Luis Francisco Esplá, que cumplió 65 años el pasado 19 de Agosto, siempre ha sido un iconoclasta, un autodidacta alejado de los estereotipos y todos los tópicos del “torero al uso”. Hombre cultivado, licenciado en Bellas Artes, y se ha interesado por carreras como Filosofía y Letras y Cinematografía. Sus hitos sobre la primera de ellas han sido multitud de exposiciones: cuadros, carteles y esculturas. Y ha disertado en ciudades como Moscú, Nueva York o Madrid sobre toros, y las múltiples facetas de la vida. Se retiró en el 2009 pero no se aburre, porque es devoto de sus inquietudes, más que de sus ambiciones…
José R. Palomar
Ya de niño “jugaba al toro” junto a su hermano Juan Antonio, en la placita portátil que su padre don Paco creó en el centro de Alicante. Tomó la alternativa muy joven en 1978, de manos de Paco Camino, siendo El Niño de la Capea el testigo.
Después de unos años de preocuparse por cortar orejas y triunfar en todas las plazas, ya de la mano de Manolo Cisneros comprendió que era una “rara avis” en el escalafón. Encontró acomodo en el llamado “cartel de los banderilleros”, formado básicamente por Víctor Méndes, El Soro, y podrían añadirse nombres como Morenito de Maracay. Las Ventas ha sido “su plaza”, y la que le ha concedido un prestigio, que en lo económico, se basó siempre en “mantener la dignidad y no dejar manosearme por los empresarios…”- repetía habitualmente. Si no le pagaban unos honorarios acordes a su categoría, se quedaba en casa… En las Ventas logró su mayor triunfo, como epílogo a su carrera, cuando cortó dos orejas a un toro de Victoriano del Río en la Feria de San Isidro del 2009.
Tras la época de sumar muchas corridas por temporada, el cartel de banderilleros dejó de existir y sus actuaciones menguaron, especializándose en las llamadas “corridas duras”. Victorino ha sido una de las camadas que mejor ha sabido lidiar, y otras tantas que le dieron un gran cartel en Francia. Por cierto, en la plaza de ese país Ceret, tuvo un gravísimo percance en el 2008, al que como siempre, le restó importancia y tres días después, ofrecía una rueda de prensa junto a su hijo Alejandro en Alicante.
Alejándose del tópico “torero al uso”, nunca ha tenido ganadería ni gran finca, si acaso la que lleva por nombre “El Realet”, cerca de Villajoyosa y en las montañas del interior de Alicante, donde cuida de caballos, pavos reales y otras especies. Irónicamente la llama “República del Realet”. Desde hace años comenta las corridas de toros, cuando estos han finalizado, en Canal Toros Movistar. Y lo hace con su sapiencia, pero sin menoscabar nunca a los diestros.
Su faceta artística la ha desarrollado en múltiples escenarios, incluso en la corrida goyesca de Arles, donde decidió “reaparecer por un sólo día” en el 2016, pintando los burladeros y el ruedo del coso francés. Tiene predilección por los carteles taurinos y ha desarrollado una gran amistad con el pintor Miquel Barceló y otros intelectuales, muchos de ellos ubicados en Cataluña. Es lector empedernido y le gusta ser preciso al expresarse, cosa que ha hecho ante auditorios tan singulares, como un grupo de rusos.
En el 2014 se estrenó un documental sobre su carrera y filosofía de vida taurina, con un director holandés y titulado “Bajo del signo de Orión y tauro”, en El Molino de Barcelona. En él aparecía también su hijo Alejandro, quien por cierto, siguió sus pasos tomando la alternativa, aunque los últimos años ha parado su carrera. Como reconocimiento al final de su carrera, recibió la Medalla de Oro a las Bellas Artes en el 2010.
Su aversión al sistema taurino imperante, la demostró eligiendo como apoderado, en su penúltima época a un economista alicantino y profesor del CEU de Alicante: Paco Sánchez. Dijo entonces que, para llevar su carrera, sólo necesitaba alguien experto en finanzas, que supiera negociar con los empresarios y poder ser fiel a los emolumentos que su categoría precisaba…
A este reportero le contó cosas singulares en una entrevista realizada en Duitama (Colombia) donde toreó, que son apuntes de su compleja personalidad: “el torero, como todo artista necesita la soledad para crear”; “tras una grave cornada, como la que tuve en Arlés, se valoran los pequeños detalles: simplemente tomar un café o levantarse…”. Y sobre tema tan peliagudo como la muerte aseveraba con ironía: “No le tengo miedo. Y eso de la vida eterna me parece un tremendo c….(obviamos el término) Pero todavía es más revelador lo que aseveró en “laguiadeltoreo.com”: “Yo la tauromaquia la he vivido como el Tao. Cuando entro en esa dimensión del toro, con mis entrenamientos y mis responsabilidades, me transformo. Hay aspectos emocionales mucho más intensos que esa historia con el toro como, por ejemplo, mi relación con la pintura o las artes”.
Exposiciones y conferencias
Luis Francisco Esplá ha presentado sus carteles en casi todas las plazas de Francia. En España, fue autor del cartel de la corrida de Beneficencia de Madrid. Ha realizado exposiciones de pintura en Francia, Inglaterra y Portugal. Participó en un diseño de un reloj para Swatch (16 miradas a un reloj, serie numerada y certificada por la casa), junto con 16 artistas madrileños, casi todos ellos pertenecientes a “La movida” como: Ouka Leele, el Hortelano, Ceesepe, Bigas Luna, etc)… Sus ilustraciones han podido contemplarse en dominicales de los principales periódicos de España.
Por lo que respecta a sus conferencias, sus escenarios han sido tan prestigiosos como la que dictó en el Museo del Prado, o la Universidad de La Sorbona.