La plaza de toros portátil de Ocaña (Toledo) vivirá hoy una jornada histórica y profundamente emotiva. En el año en que celebra sus 25 años de alternativa, Sánchez Vara actuará por primera vez junto a su hijo, el novillero Rubén Vara.
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Será un acontecimiento único donde la afición será testigo de la unión entre tres generaciones de pasión taurina. Porque antes que Sánchez Vara ya abrió camino su padre, Isidro Sánchez “El Labrador”, quien fue novillero en los años 70, sembrando la semilla de una vocación que ha ido pasando de padres a hijos en la familia Vara.
La tarde de Ocaña unirá la experiencia y la madurez de Sánchez Vara —un cuarto de siglo entregado a los ruedos— con la frescura y la ilusión de Rubén, que comienza a escribir su propia historia en la misma senda que su padre y su abuelo.
Pasado, presente y futuro se darán la mano en la arena. Una fecha que quedará grabada en la memoria de la familia Vara y en la historia taurina como símbolo de la fuerza de una dinastía.







