El madrileño sale a hombros por el coso de la calle feria, Paco Ureña y Molina, cortan una oreja, por el fallo a espadas, en tarde importante del albaceteño, ante un buen encierro de Montalvo.
Albacete, 10 de mayo.
LIII edición ASPRONA.
Media entrada.
Toros de Montalvo.
Paco Ureña, silencio y oreja tras aviso.
Fernando Adrián, oreja y dos orejas.
José Fernando Molina, ovación tras aviso y oreja tras otro aviso.
Texto y foto: Alberto Núñez Aroca
Se abrían las puertas de la Chata para acoger un año más la tradicional corrida de Asprona, eso sí, mirando al cielo porque el cielo amenazaba tormenta, finalmente respetó lo meteorológico y quedó una tarde que pudo ser triunfal en su totalidad de no ser por el acero. Asprona se merecía mejor entrada, una media entrada, siendo generoso quizá, a buen seguro también afectó la amenaza de lluvia sobre la capital manchega. Se jugó un buen encierro en líneas generales de la divisa salmantina de Montalvo.
Salió en primer lugar, un toro hondo, con presencia de feria septembrina. Que además también fue un buen toro, Paco Ureña lo cuajó por ambos pitones, destacando los naturales, que tuvieron largura y mucho temple. Se metió entre pitones y tan solo el estoque le privó de tocar pelo. Si cortaría la oreja de cuarto bis, ya que tuvo que ser devuelto el titular por partirse un pitón, salió un astado más feote y escurrido de carnes, complicado se puso en los primeros tercios, aunque el toro pareció mejorar en la muleta del torero de Lorca, que empezó trasteo por abajo, exigiendo, faena de mando y firmeza, tuvo mucha verdad el toreo al natural en la recta final de la faena, como los ayudados por alto.
Estocada desprendida recibiendo, con descabello y la oreja al esportón.
Fernando Adrián, salió a hombros, tras cortar tres orejas. Una llegaría en el segundo de la tarde, una faena de entrega, de no dudar, el toro se apagó pronto, pero el madrileño tiró de raza, tuvo enjundia el inicio de faena, como el final por ajustadas bernardinas. Mató de estocada algo desprendida. Remataría su tarde con una gran actuación, que ya apuntó en el capote. Tras brindar a los usuarios de Asprona, se fue a los medios, allí enjaretó dos tandas de rodillas en redondo, exponiendo y con temple, gustándose. La faena tuvo importancia, bajando la mano por ambos pitones, especialmente al natural, buen trazo de muletazo, tras las luquesinas y la estocada, el doble premio.
Molina cuajó una tarde sobresaliente, aunque sin espada. Que dejó el balance de su tarde en una oreja del sexto. Puso a la gente en pie en el tercero, tras el brindis a los chicos de Asprona comenzó su obra con ajustados pases cambiados por la espalda de rodillas, ya en pie, cinceló una obra grande, tandas rotundas con la mano derecha, como excelentes fueron los naturales de mano baja. Marró con el acero y se quedó el premio en ovación, lástima. En el sexto de nuevo rayó a gran nivel, y el toro era muy incierto, con muchas teclas, pero Molina estuvo con firmeza y demostrando que está para compromisos importantes. Muleta poderosa la del albaceteño que llevó la emoción al respetable. Roto y abandonado fue el final de faena al natural, entregado el torero, de nuevo el estoque privó de pasear dos trofeos. Tarde importante de Molina.
Hay que destacar, el buen encierro, aunque desigual, de Montalvo, que permitió buen toreo e interés toda la tarde. Ojalá que próximas ediciones el público responda más a la cita, Asprona lo merece, y este año con un cartel joven y de aficionados, con una ganadería en buen momento, puede ser una buena piedra de toque para el futuro.