Se ha visto claro en el septiembre que se está acabando ¿Tan diferentes si es lo mismo?: toros o novillos, acompañados de cabestros, corriendo por las calles en itinerarios tradicionales, de los corrales a la plaza, y muchos corredores jugándosela. El peligro está ahí y puede pasar cualquier cosa.
Ricardo Díaz-Manresa
Diferentes para mejor:
1/ las organizaciones modélicas que se ven sobre todo, en Pamplona y San Sebastián de los Reyes, los más televisados.
2/ mayor número de corredores en general, aunque en alguna parte sobren.
3/ mejor preparados física y mentalmente.
4/ la mayoría sabiendo a lo que va y lo que tiene que hacer.
5/ por tanto, cada vez menos espontáneos o curiosos.
Diferentes sin más:
1/ las mujeres que corren y sortean el peligro. Pocas todavía. Y menos las que corren en astas. Pero participan y le dan un nuevo aire a estos acontecimientos.
Diferentes para peor:
1/ Masa enorme que dificulta no sólo ponerse en astas sino el simple hecho de correr, masificación que se ve sobre todo en sanfermines. Hasta el punto, que los especialistas y entendidos dicen que son más peligrosos los otros corredores que los toros.
2/ los impresentables que van grabando el encierro mientras corren, o así, o incluso algunos de tumban en el suelo, con gran inconsciencia, para grabarlo mejor.
3/ otros inconscientes que no llevan el atuendo preciso, como zapatillas inadecuadas u otras prendas demasiado amplias que facilitan que el toro que los pitones entren por las telas, al menos. E incluso con objetos inadecuados en las manos.
4/ la modita de vestirse “diferente” para todos los puedan reconocer. Cada vez más, lo que lo convierte en un festival multicolor. No parece lo más adecuado ni lo más estético. A veces, encima, predomina el mal gusto.
5/ algunos mozos de edad avanzada se empeñan en no dejar de correr, con peligro para ellos y los demás, cada año mayor. Afición admirable pero no asumen la realidad : dejaron de ser mozos, hace poco o mucho.
Primera gran diferencia con los de antes:
1/ los animales que corren, no sé si más bravos pero mucho más nobles.
2/ Y desde luego mucho más entrenados en las dehesas, ya convertidos en atletas y que están meses antes corriendo en los circuitos que tienen en el campo.
3/ por lo que los toros corren un circuito más, aunque en condiciones muy diferentes y extrañas, pero su principal objetivo es terminarlo y, cuanto más rápido, mejor.
4/ por eso, el tiempo empleado desde los corrales a la plaza es cada vez menor, inverosímil porque los corredores tienen que apretar y adquirir velocidad, aunque, como queda reflejado, cada vez corren más y mejor.
Gran consecuencia de todo esto:
Que los toros van a correr, no a coger. Como mucho, a arrollar. Hay contusiones pero las cornadas por asta de toro son mínimas. Y aquí está la diferencia. No digamos de los muertos en los encierros. Afortunadamente ya no se dan e incluso parece un milagro que haya tan pocos contusionados diariamente para el número de corredores activos y sólo una o dos cornadas en 7 u 8 días de encierros, como ocurre últimamente.
Uno, que ha visto sanfermines cuando eran a las 7 de la mañana y pocos corredores iban vestidos de blanco y rojo, y que los ha seguido viendo año tras año con, testigo de la gran transformación, hasta el día de hoy, puede escribirlo. Antes y después de la televisión en directo, cuando el cambio del horario a las 8. Muchos años viéndolos como que me faltan sólo 4 encierros en Pamplona para llegar a los 500…Sin faltar uno -8 por año- desde que, muy joven, me enganché.
Todo diferente porque todo evoluciona, pero siempre muy atractivo y único.