Cortó una oreja y otra debió llevarse Francisco José Espada, herido de gravedad en un muslo.
Las Ventas, 24 de mayo.
Decimotercer festejo de la Feria de San Isidro.
Más de tres cuartos de entrada.
Cuatro toros de Luis Algarra y dos de Montalvo.
El Payo, silencio y silencio.
Román, ovación y oreja.
Fco. José Espada, vuelta al ruedo y ovación.
Espada fue cogido por el sexto, sufriendo una cornada en el muslo izquierdo con dos trayectorias de quince centímetros cada una que alcanza pubis y rodea el recto.
Miguel Ángel Herráiz
Foto: Plaza 1
Toros de Luis Algarra (1º, 2º, 3º, 6º) y Montalvo (4º, 5º) que se dejaron, tuvieron movilidad y fijeza. Los de Montalvo plantearon mayor dificultad, el cuarto fue impracticable y el quinto exigente, se enteraba de lo que tenía junto a él y había que echarle bemoles para poderle, cosa que hizo Román quien cortó la única oreja de la tarde. El Payo no tuvo suerte en el sorteo, su primero fue distraído, con tendencia a tablas y carente de emoción. El otro se agarró al suelo y no hubo forma. Román demostró estar en buen momento y le plantó cara a su segundo con el que practicó un toreo de poderío, emoción y valor que encandiló al público. Francisco José Espada se arrimó en los y en su primero el Presidente no concedió oreja, aunque hubo fuerte petición. En el sexto fue violentamente levantado y sufrió una cornada con dos trayectorias de quince centímetros cada una que alcanza pubis y rodea el recto.
El Payo intentó saludar por verónicas a su primero pero la poca fuerza impidió el lucimiento. Con la muleta por el derecho fue irregular, toreó más cerca y consiguió mayor ligazón. Cambió de pitón y resultaron con enganchones. No terminó de acoplarse. Su tardo, manso y estático segundo no le dio opción.
Román inició con la muleta citando de lejos a su primero y cuajó importantes muletazos por el derecho que remató con pase de pecho al hombro contrario. Por el izquierdo fue a menos en recorrido, acople y lucimiento. Su segundo fue manso, incierto, buscón, derrotón y soltó la cara. Tuvo que sacarlo de tablas. Inició cerca del tercio por el derecho y al segundo muletazo se le coló con peligro. Continuó con quietud y ligó. Cambió al izquierdo, instrumentó tres series de cuatro y el de pecho y en todas aguantó coladas, derrotes y levantamiento de cara pudiendo al astado y con el público entregado. La exigencia de Monaguillo fue a más en cada serie y en una última por el izquierdo se empeñó en ligar, lo hizo y el toro lo buscó con muy malas intenciones. Finalizó con una estocada de rápido efecto. Cortó una valiosa oreja.
Francisco José Espada en su primero comenzó con intensos estatuarios. Prosiguió con series ligadas valerosamente por el derecho aguantando embroques con la cara alta. Se lo pasó por delante y detrás con emoción. El público abroncó al Presidente por no conceder oreja. En el otro inició de rodillas con siete muletazos y el de pecho, templando y aguantando parón. No estuvo acertado con el estoque. Dejó excelentes sensaciones.