El escritor considera que “la distancia que hay entre los pitones de un toro es lo que mide el valor”.
José R. Palomar
Fotos: Mon Spidey
La semana del 5 al 11 de febrero se celebró, en distintos puntos de Barcelona, el Ciclo BCN Negre, y ahí se encaminó el escritor y periodista Ramón Palomar para presentar su última novela que va ya por la tercera edición: “El novio de la muerte”. Lo hizo en el cine Bosque, y acompañado por otros escritores: Men Marías, Empar Fernández y Mario Salas. El título de la tertulia, donde cada uno expuso su concepto sobre la novela negra, llevaba por título “Across the Bridge, 1947” (Detrás del puente). Recordemos que los anteriores libros de Palomar fueron una selección de artículos en las Provincias (donde escribe diariamente), “El ojo y la bala”, “Carne, cielo y chatarra” y el dietario “Mi mentira es tu verdad”. Su primera novela fue “Sesenta kilos“ (2013) y la segunda “La Gallera” (2019). El periodista escribe una columna en la contra del ABC nacional dos días por semana, martes y sábdo, y dirige y presenta un programa de radio diario por las mañanas, Abierto a mediodía, en la emisora Plaza Radio (99.9 FM): el más escuchado en su franja horaria…
Palomar explicó la base de su última novela, protagonizada por un legionario y en ese cuerpo (poco conocido o en ocasiones desprestigiado), en la que desarrolla ese estilo directo y cruel, que impacta al lector. Se reflejan los valores de la Legión, como son la lealtad y el compañerismo. Y aparece un personaje que se repite en sus novelas: Ventura Borrás.
El autor vivió desde los 4 a los 11 años en Tánger, y eso le ha servido sirvió para recordar aquellas existencias y paisajes. Este libro gira en torno a la corrupción en un tono muy explosivo. Una especie de hard boiled extremo, donde Palomar nos lleva desde el franquismo de los años cincuenta, hasta la ruta del bakalao, y el tráfico de mescalina (droga muy conocida en aquellos años).
El sargento Ventura Borrás, clave en la novela, recibió una educación preñada de sangre y violencia, posteriormente se imbrica con un gerifalte de las drogas, y “el mundo del mal”. Su vida transcurre entre el norte de África y la península. Es la historia de su ascenso a la cumbre del poder, desde su lado más oscuro y salvaje.
“La Gallera”, su segunda novela, es una historia de corruptos y peleas de gallos. Una demoledora mezcla de violencia y venganza. La trama se sitúa en el año 2000, cuando un vendedor de coches anónimo recibe una paliza que le destroza la vida. Y el desconocido mundo de las peleas de gallos como telón de fondo. Es en definitiva, un soplo de aire fresco para los amantes de la novela negra.
Los escritores preferidos por Ramón Palomar son, entre los extranjeros Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Chester Himes, Jim Thompson, Charles Williams, Don Winslow, Mickey Spillane o James Ellroy. Y entre los españoles admira a Josep Pla (por encima de todo), Pío Baroja, Azorín… Del primero ha extraído una de las condiciones básicas para la escritura: la observación “que es más importante que la imaginación”, señala. Por otro lado, la novela negra le ha servido para “conocer mucha gente rara, he explorado suburbios, zonas marginales. “El barrio chino” en Valencia, la zona de Nazaret y siempre (como en todas las ciudades) la parte cercana al puerto (“Barcelona, ciudad que me encanta, es otro ejemplo). En todas las ciudades con mar se producen historias turbias, porque en el puerto entra la droga, y todo lo demás…”. Otra de las habilidades del escritor está en “encontrar el tono y el timbre de voz, además de la jerga que utilizan ese tipo de personas marginales”. Y reconoce una condición que es común a los que escriben“vivimos de las obsesiones.
Palomar no quiere ser “un esclavo de la actualidad”, aunque no la olvida, porque debe escribir 8 artículos por semana “y eso implica conocer lo que ocurre, pero procuro darle la vuelta, imprimir ironía, y huir del tópico”. De lo que sí huye, es de las redes, aunque reconoce “utilizo el ordenador o la tablet para escribir, tanto los artículos como los libros. Pero no tengo washapp… Reconozco que las redes tienen cosas buenas, pero no son el summum de la perfección”. Otro de sus hándicaps es la caligrafía, que cada vez es peor: “le pasa a uno mismo!, que a veces difícilmente reconozco mi letra, acostumbrado a escribir en el ordenador…”
Ramón no desprecia lo taurino, sino que por el contrario la sigue: “acudo cada año dos o tres veces, tanto a la Feria de Fallas como a la de Julio. Valoro mucho los comentarios de Paco Delgado, que es un personaje extraordinario… Lo que no me gusta es el perritoro, que hace que desaparezca la emoción y que nada de lo que sucede en el ruedo tenga sentido. Tampoco me mola ese público que en algunos sitios grita al diestro mientras está en el ruedo, y le dice: ¡colócate bien!, y otras lindezas…”.
Ramón Palomar nació en Nancy (Francia), hijo de padres valencianos. Vivió en Tánger, donde estudió en un colegio francés, y posteriormente viajó a Valencia, donde cursó el bachillerato. Inició la carrera de Filología Románica, aunque finalmente decidió dedicarse a la comunicación.
Conduce uno de los programas de radio más seguidos en Valencia: Plaza Radio, y colabora como columnista en Las Provincias y ABC.
En el año 2013 publicó su primera novela “Sesenta kilos” que tuvo una gran acogida y que lleva ya diez ediciones, seis años después vino “La Gallera”, tres ediciones,y desde hace unos meses presenta en diversas ciudades españolas su última obra literaria ”El novio de la muerte”.