Derrochó entrega y ganas con su primero.
Las Ventas (Madrid, 31 de marzo.
Domingo de Resurrección.
Un tercio de entrada.
Toros de Pedraza de Yeltes.
Román, oreja y silencio tras dos avisos.
Manuel Dias Gomes, que confirma alternativa, ovación y silencio.
Francisco de Manuel, silencio tras aviso y silencio.
Miguel Ángel Herráiz
Foto: Plaza 1
Los toros de Pedraza de Yeltes y el sobrero de Carmen Valiente tuvieron presencia, fueron desiguales de comportamiento y resultaron manejables dando juego, destacando segundo, que fue el mejor, bravo y con transmisión. El último de la tarde fue más exigente y con posibilidades pero no encontró la regularidad y acople suficiente para culminar con la faena que merecía. Román derrochó entrega y ganas con su primero, citó de lejos aguantando el embroque y deleitó con la verdad de su zurda que tuvo momentos de inspiración y le sirvió, junto a una gran estocada, para cortar una oreja. Manuel Dias Gomes confirmó y exhibió quietud, conocimientos y suficiencia para dejar buen ambiente en su quehacer con su noble primero y complicado segundo. Francisco de Manuel no tuvo la decisión, conexión y acierto suficiente para cortar apéndices, aunque manejó el capote a gran nivel y no terminó de rematar en el último tercio con el acero.
Román salió con la disposición y arrojo que acostumbra para saludar a su primero con templadas verónicas de buen trazo. Excelente el quite por verónicas de Francisco de Manuel con media de remate enroscándose el toro. Brindó al público y citó desde el centro del albero pasándoselo con emoción. La segunda tanda, también desde lejos, tuvo mayor acople y en tercera ligó con intermitencia. Cambió al izquierdo y la faena, entre las rayas de picar, fue a más ante un bravo ejemplar al que manejó con entrega cuajando series llevándole uncido, con templanza y conectando con el público que mostró con enardecidamente su satisfacción. Unas sentidas manoletinas seguidas de un estoconazo fueron el punto final de una entregada faena, premiada con una oreja. Su segundo embistió con las manos por delante y rebrincado en el capote. Consiguió corregir defectos en la muleta pero simplemente embistió sin transmisión.
Manuel Dias Gomes saludó a su toro de confirmación, con 630 kilogramos de peso, con verónicas a pies juntos. Blandeó pronto. En la muleta mostró nobleza que supo aprovechar dejando buenas sensaciones por el izquierdo sin poder rematar los muletazos porque se quedó corto. Suplió las carencias del astado con oficio y capacidad para dejar buenas vibraciones. Devolvieron su segundo y salió el sobrero de Carmen Valiente que se quedó sin apenas pasar en el saludo con el capote y repuso con rapidez. En la muleta soltó la cara y aunque consiguió que se desplazara no tuvo posibilidad de lucirse.
Francisco de Manuel inició con la muleta semigenuflexo entre las rayas de picar luciéndolo por bajo, en corto y con calidad. Prosiguió con la derecha en pie con una serie apresurada en el tercio seguida de otra aprovechando la inercia y con escaso mando. Cambió de mano, el toro se puso pegajoso y aún bajándosela no terminó de redondear ni de encontrar el favor del público. Su otro cuatreño acudió tres veces al caballo. En la primera se durmió, en la segunda empujó, metió riñones y recargó finalizando con la tercera en la que Aurelio Cruz le sujetó magistralmente. Esperó en banderillas pero Daniel Duarte tuvo que desmonterarse. Francisco de Manuel brilló en su quite por ajustadas chicuelinas y remató con riesgo entre el fervor del respetable. En la muleta el toro mostró fijeza y transmisión pero se afligió cuando le obligó con la izquierda rematando atrás. Cambió a peor la faena fue a menos.