Sergio Galán y Guillermo Hermoso de Mendoza fueron ovacionados.
Sevilla, 14 de abril.
Décima de abono.
Casi lleno.
Toros de Niño de la Capea.
Sergio Galán, ovación en los dos.
Diego Ventura, ovación y dos orejas.
Guillermo Hermoso de Mendoza, ovación en su lote.
Pepe Ruciero
Foto: Toromedia
Tarde para los entendidos al caballo, para los aficionados al arte ecuestre o al arte de Marialva. Un público diferente, amante de los equinos y del toro bravo y que han cubierto casi la totalidad del aforo. Los toros de El Capea y San Pelayo, de procedencia Murube han sido nobles, faltos de transmisión y de juego desigual, destacando el quinto.
Abrió plaza el ya veterano Sergio Galán a lomos de Alcotán, un caballo de pelo perla con el que recogió al murubeño en círculos muy amplios. Clavó dos rejones de castigo dosificando la embestida. Con Capricho y en banderillas clavó al pitón contrario. Con Bambino en banderillas con el balanceo como aire de doma, clavó en todo lo alto, lástima que su toro se fuera apagando sin motor. En banderillas cortas con Oleo tras tres pares se mostró decidido y fue muy aplaudido por el respetable. Dejó un rejonazo, se amorcilló el toro y tuvo que descabellar. Con su segundo lo recibió con Noche, en la misma puerta de toriles. Con Capote en banderillas y a dos pistas clavó con facilidad. Con Bribón de frente muy de cerca, dándole tiempo ejecutó una buena suerte. Con Bambino intento de nuevo animar a los tendidos. Terminó Sergio Galán su paso por Sevilla, sin suerte con su lote.
Diego Ventura recibió a su primero con Velázquez, dejó un rejón de castigo. En banderillas con Fabuloso, le enganchó con un galope a dos pistas, estando sensacional citando al quiebro. Con Nivaldo, un precioso lusitano, mostró las cercanías y clavó a este capea reservón, al que le faltó movilidad. Con Guadiana puso un vistoso par a dos manos que despertó al respetable. Finiquitó su actuación con tres rosas en homenaje a D.Ángel Peralta. No estuvo certero con el rejón de muerte. A su segundo, cabalgando con Guadalquivir, clavo con espectacularidad, dejándose ver y esperando el encuentro. Galopando con Nómada, apretó el acelerador y ofreció su versión más arrolladora. Con Lio quebró en la misma cara de Sardinero, provocando una gran ovacion.Con Bronce ejecutó el rejoneo sin cabezada poniendo banderillas a dos manos y al violín con Guadiana, obsequió una meritoria actuación y paseó dos orejas.
Con Jibaro, yéndose de frente a la puerta de chiqueros, pisó el albero Guillermo Hermoso de Mendoza, para recibir a su primero. Tras un rejón expuso a Berlín en banderillas, aplicando la Hermosina al salir del trance. Con Martincho citó los encuentros de lejos. Ya en el último tercio Mendoza, con Esencial clavo tres rosas y banderillas cortas. Tras una metisaca clausuró su actuación. Con el que cerraba plaza le cuidó de salida y con Berlín en banderillas estuvo muy decidido y con soltura, cerró su actuación con Esencial con las rosas y banderillas cortas a dos manos. Enterró el rejón de muerte, aunque tuvo que utilizar descabello.