Los tres novilleros fueron ovacionados en una tarde complicada también por la lluvia.
Las Ventas, 23 de mayo.
Segunda novillada de la Feria de San Isidro.
Tres cuartos de entrada.
Novillos de Montealto.
Jorge Martínez, ovación en los dos.
Jorge Molina, ovación en su lote.
Sergio Rodríguez, ovación y silencio.
Miguel Ángel Herráiz
Foto: Plaza 1
Los novillos de Montealto en general colaboraron con los toreros, tuvieron movilidad y dieron el juego suficiente, salvo el sexto, frente a unos novilleros que tuvieron disposición, demostraron conocimiento, suficiencia, experiencia y que pasaron con buena nota su comparecencia en la plaza. Jorge Martínez tuvo una lucida actuación y demostró tener solvencia para afrontar el camino hacia la alternativa con un bagaje probado en su trayectoria y en la actuación de hoy. Se colocó en el sitio y mostró el mando necesario en la cara de los astados para superar el reto. Jorge Molina hizo su presentación, corrió bien la mano, manejó con soltura la muleta y consiguió ligar dejándosela en la cara. Sergio Rodríguez debutó ante el público venteño con valor, se hincó de rodillas en el inicio con la pañosa, después de brindar al respetable, y demostró que tiene una derecha importante, también que debe completar su labor con una mayor depuración en el manejo del estoque.
Jorge Martínez saludó con unas pulcras verónicas y en su quite instrumentó unas elegantes chicuelinas. Los ayudados por alto con los que recibió en la muleta fueron de limpia ejecución. Con la izquierda, sin molestar al astado, practicó toreo de ligazón con importantes remates de pecho. Las series fueron de calidad, dio profundidad, enceló, se encajó y remató atrás. Por el derecho sufrió punteo. En su segundo estuvo asentado por verónicas con expresión ganándole terreno hasta que lo dejó en el tercio. En la muleta buscó el cuerpo y aunque sin brillantez, y sin el acople deseado, toreó en la corta distancia por ambos pitones.
Jorge Molina tuvo un primero boyante y con transmisión al que le obligó con la muleta por abajo y demostró tener una buena derecha. Finalizó con unas ceñidas manoletinas. Con unas aseadas verónicas saludó a su manso y noble segundo. Por estatuarios inició con la muleta. Destacó en series largas por la derecha pisando terrenos comprometidos y rematando con largos pases de pecho. Por el izquierdo ligó una serie de tres con quietud. Finalizó por manoletinas con el novillo queriendo irse.
Sergio Rodríguez recibió con garbosas verónicas y alegre revolera a su primero. Se lució en las chicuelinas al paso para llevarlo al caballo. Seis ligados de rodillas y el de pecho son los que dio para comenzar con la muleta. En pie y por el derecho toreó bajando la mano y estuvo a buen nivel. El novillo fue a menos. Con el último de la tarde lo intentó con el capote pero el novillo no se entregó. En la muleta fue bronco y punteó.