Sin parar. Gimotean, lloran, protestan, se quejan, exigen, se lamentan. Tampoco se les ve desesperados, pero sorprenden tantos lloros, sobre todo últimamente RAMÓN VALENCIA, que llegó al negocio por vinculación familiar de la mano de CANOREA JR. y después se quedó solo y muchos pensaron y piensan, y seguirán pensando, que le tocó la Lotería. Llora ahora porque perdió dinero, o así, en la última de San Miguel, con dos “No hay billetes” y un 3/4 de entrada. Increíble. Pero siempre RAMÓN VALENCIA lloraba y lloraba: que el abono no respondía años anteriores, que tuvo que hacer una feria sin figuras un año, que el comercio en general de SEVILLA tenía que ayudar más a los toros porque se beneficiaban, que sólo los carteles rematados tenían aceptación…
Ricardo Díaz-Manresa
Hay varias soluciones:
1/ Renunciar a un negocio de pérdidas (Muchísimos se convertirían sustituyéndolo en personas felicísimas).
2/ Hacer bien presupuestos de cada espectáculo para beneficio de todos y los toreros aceptar honorarios razonables.
3/ Pero como eso es imposible porque uno torea si quiere y en las condiciones que exige, pues no hacer carteles rematados. Sólo con dos figuras y uno nuevo interesante y con futuro y, lógicamente, barato. Así se equilibraría el presupuesto. O toreros interesantes, de ferias sí e integrantes de carteles buenos, pero sin tanto caché como las 4 ó 5 figuras de verdad
4/ Y valorar el tirón de las figuras y la gente que llevan. Este año, por ejemplo, ROCA REY, que llenaba, y MORANTE DE LA PUEBLA, que interesaba, y pare usted de contar. Ninguno más. ¿Cuántos llenos se han producido con los otros?
5/ Otro caso es el de los ganaderos. Pagarles en su ruina o nos quedamos sin toros.
6/ Los gastos de personal y demás organización son muchos y al alza.
7/ Otra solución : subir más las entradas que en la MAESRANZA son carísimas.
En fin, no estoy para decirles a los empresarios cómo deben gestionar su negocio, sólo para ver y oir lo que dicen y escribir lo que veo y oigo. Pero no para aguantar sus lloros.
En cuanto al otro llorón, SIMÓN CASAS, que es el parlanchín de PLAZA-1, pues se lleva quejando de que no se pueden hacer grandes carteles en LAS VENTAS porque son deficitarios. Lo viene diciendo desde el primer minuto que aterrizó en MADRID. Entonces, ¿por qué le hizo la cama –algo feísimo- a los CHOPERITAS que ofertaban el mínimo, para poder defender el negocio, y dio muchísimo más dinero tras afirmar que no se presentaría … y quejarse y llorar inmediatamente: ¡que no era defendible!.
Al final llevó el gato al agua en el último pliego y tiene libertad de precios para los no abonados. Hizo dos tarifas para las corridas de la Feria de Otoño. Parecía problema superado.
Pero leo, y no me lo creo, que en la feria nueva de precios libres y con el abono al alza, ¡también ha perdido dinero!. Se habla de 300.000 euros ¿En una tarde o en total? Si es verdad ¿cuál es la solución? Pues subir más los precios. El único cartel fuerte era el de ROCA REY – pagando bien para traerlo a MADRID en Otoño–, TALAVANTE, sin revalorizar caché pero pudiendo lavar su penoso SAN ISIDRO y uno barato, FRANCISCO DE MANUEL, que entraba como ganador del serial CHENEL.
Y le remito la misma fórmula que al llorón de La MAESTRNZA.
¡Y que dejen de llorar como fariseos! Que el negocio de PLAZA 1 era tan malo que ¡han repetido!