
Poco se sabe todavía de las mujeres que han ido rodeando a los personajes ilustres de épocas pasadas y cuanto más foco se pone en esas mujeres, que han permanecido en segundo plano social, más nos sorprende lo que se encuentra. Mujeres valientes, creativas, con muchas cosas que aportar a la sociedad.
En el caso del torero Manolete, la historia de las mujeres que le rodeaban es sorprendente. Se movían haciendo y deshaciendo una tela de araña a su alrededor, en el pequeño espacio que brindaba la sociedad a todo lo femenino. En la obra se aborda esta historia de amor, sangre y toros en clave de humor negro
Las hermanas de Manolete son Manuela (Alicia Montesquiu) y Remedios (Alicia Cabrera), siempre encerradas en su casa de Córdoba, y solo se deciden a salir de ella para investigar si la amante del torero, Lupe (Ana Turpin), estaba decidida a casarse con Manolete in articulo mortis y en la misma enfermería de la plaza de Linares, únicamente por su gran fortuna y no por amor.
Los nombres de estas mujeres son efectivamente reales, pero no así la fábula trenzada por Alicia Montesquiu en torno a él. En tono de thriller, de auténtico cine negro discurre una fábula tan apasionante como inquietante.
Marta Guedán es la autora de la escenografía (varios espacios -cocina, habitación de hotel y plató a la vez); Mario Pinilla diseña el vestuario de época; Carlos Alzueta ilumina con precisión y Ricardo Rey construye el espacio sonoro, en el que no faltan coplas y tonadillas de la época