Treinta y seis, par y sigue
Enrique Ponce, que ocupó la vacante dejada por el lesionado Cayetano, y López Simón abrieron de nuevo la puerta grande tras cortar dos orejas cada uno a una noble y floja corrida de Juan Pedro Domecq de la que sus matadores estuvieron muy por encima. Perera perdió su premio al matar mal. Valencia, 18…