El matador de toros alicantino José María Manzanares el protagonista principal de una mesa redonda enmarcada dentro del programa de actos de las XII Curso de formación de delegados gubernativos de plazas de toros de toda España, que se celebró en los salones del hotel Rey don Jaime de Valencia.
Durante el encuentro se trataron los diferentes, variados e interesantes temas por parte de los componentes de la mesa, que estuvo moderada por el crítico taurino Salvador Ferrer.
El matador de toros José María Manzanares habló de la necesidad de una sintonía entre todos los estamentos que concurren en la celebración de un festejo taurino, de cara a ofrecer el mejor espectáculo posible para el aficionado. Y que deben converger todos en este aspecto cada uno dentro de su punto de vista, pero siempre con la sintonía, el respeto y la cordialidad por bandera. “Si hay respeto, todo fluye mejor”, aseguró. También se refirió al toro de Valencia. “Las Fallas es una feria dura, porque es la primera de la temporada en plazas de primera categoría. Y estos inicios marcan mucho anímicamente y profesionalmente a los toreros”, afirmó. También habló del tema de los avisos, considerando que igual éstos se debían retrasar un poco, ya que hay toros que requieren de una lidia más sosegada y que requiere más tiempo.
Por su parte, el gerente de la empresa de la plaza de toros de Valencia Nacho Lloret se refirió a lo largo e intenso que es un día de toros para el empresario. Desde el reconocimiento y el sorteo, hasta que termina el espectáculo. También abogó “por el entendimiento, el sentido común y la necesidad de buscar un equilibrio, porque aquí todos estamos por el bien del espectáculo, y hay que mirar por el interés del aficionado. Y cada uno debe ceder en parte, y sin que el espectáculo pierda su esencia”, explicó.
En su turno de intervención, Jesús Merenciano, uno de los presidentes de la plaza de toros de Valencia, habló de todas las funciones de los delegados gubernativos el día del espectáculo. “Tienen que revisar las edades, los pesos y las incidencias en la presentación del ganado. Reconocer los caballos, las puyas, las banderillas, las actas, las guías de los toros. Y luego su labor en el callejón que es muy importante, porque no dejan de ser el brazo del presidente en el callejón. Hay comunicación directa con el palco, tienen que cuidar por el orden en el callejón y que se cumpla el reglamento”, expresó. En cuanto al toro de Valencia, abogó diciendo que se necesita un ejemplar armónico y con remate. “El trapío no es solo el peso y la cara”, concluyó.
En cuanto al ganadero de Daniel Ramos, dijo que es necesario buscar y mantener la casta de los toros. “Hay que bucear y buscar en la reatas. Refrescar las ganaderías con sementales y crear el toro que pueda servir a los toreros”, afirmó. Y defendió la necesidad de abrir, no solo los carteles en cuanto a la actuación de los toreros, sino también para las ganaderías. Defendió la necesidad de organizar cocidas concursos de ganaderías, para que los ganaderos emergentes como él, tengan la ocasión de medir sus fuerzas con los hierros ya contrastados y asomarse a las plazas de primera en carteles de categoría.
En su turno de intervención, el que fuera torero cómico y hoy consagrado actor y humorista Paco Arevalo, hablo en nombre de los aficionados. Abogó por el toreo cómico como una verdadera escuela de toreros, y por el valor que tiene el espectáculo taurino como una universidad de preparación y de enseñanza. En el toreo se enseña la educación, el respeto, la liturgia, el trato cortés y educado a todos. “Esto una gran escuela de valores personales y morales, necesarios en estos tiempos que corren”, dijo.
A lo largo de la jornada se habló de muchos otros temas, como los indultos, el trapío, la casta, el estado de la fiesta y, cómo no, de la próxima feria fallera.
El programa de estas jornadas se completó con visitas a ganaderías y diversas conferencias, como la pronunciada por el doctor Cristóbal Zaragoza, cirujano jefe de la plaza de toros de Valencia.