Juan José Padilla salió a hombros por la puerta grande de Campo Pequeno, tras terminar su discurso de agradecimiento por el trofeo Farpasblogue/Volapié, que le distinguió como Matador de Toros triunfador de la temporada de Lisboa.
A pesar de simbólica, esta salida a hombros no deja de ser la tercera de este diestro, este año en Lisboa, que ya se convirtió en un autentico ídolo de la afición portuguesa.
En esta ocasión han sido unos 150 aficionados los se han reunido en una cena en la entrada principal de la Plaza de Toros, para testimoniar la entrega del premio y convivir con su ídolo que se desplazó a Lisboa para esta ocasión tan especial.
Fue un Padilla disponible, grato y emocionado el que estuvo con los aficionados. Siempre pronto para una foto más, un autógrafo, un saludo. Pero fue en el discurso de agradecimiento a lo largo del cual habló de su experiencia profesional, que dio un gran testimonio de gratitud al mundo de los toros ya a Portugal.
Recordó la amistad que le une a los matadores portugueses Ricardo Chibanga y Victor Mnedes, también presentes en el acto, agradeció a los ganaderos portugueses la forma amistosa como siempre le han recibido y sobre su trayectoria personal recordó que “el sufrimiento hace arte de la gloria”.
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