Si el toreo caro y bueno es, como suele decirse, embrujo y misterio, Granada resulta un lugar único para ver toros, para recrear el alma y los sentidos rodeado de tanta riqueza artística como encierra la ciudad. No haría falta advertir que, tesoros en Granada, como en ningún otro lugar del mundo.
Madrid. Juan Miguel Núñez.
Y en ese caudal de bellas y mágicas sensaciones que brinda la ciudad que fue capital del antiguo Reino Nazarí en la Edad Media, ahora, a partir del próximo miércoles que comienza su feria, resplandece el toreo, cómo no, notable seña de identidad y valor de la cultura española pese a quien pese.
Tarde de toros, que cantó Agustín Lara, en Granada, motejándola como tierra ensangrentada.
En su plaza -la Monumental de Frascuelo-, un recinto que se mantiene vivo durante todo el año como vehículo de promoción de lo taurino (y tomen nota administraciones y empresas privadas, que sólo miran a “la Fiesta” los días de negocio), se ofrece un ciclo muy rematado: carteles con las principales figuras y nombres de lo que se ha dado en llamar toreros emergentes, o jóvenes valores.
La empresa Garzón-Miranda ha hecho crecer la feria con una corrida más respecto al año pasado. Este 2018 van a ser cuatro más un festejo de rejones.
Miércoles, día 30.- Juan Bautista, Álvaro Lorenzo y Joaquín Galdós. Toros de Castillejo de Huebra.
Jueves, 31 (Festividad del Corpus).- Antonio Ferrera, José Garrido y Ginés Marín. Toros de Gavira.
Viernes, 1 de junio.- El Juli, El Fandi y Roca Rey. Toros de Victoriano del Río.
Sábado, 2.- Morante, Manzanares y Talavante. Toros de Núñez del Cuvillo.
Domingo, 3.- Corrida de rejones. Sergio Galán, Diego Ventura y Lea Vicens. Toros de Benítez Cubero.
Granada y el Corpus nos espera. La feria y la ciudad que en la mañana del jueves saca a la calle para enaltecer la Sagrada Custodia, símbolo indeleble de la Cristiandad.
Y por la tarde, toros. En la plaza, el mejor homenaje al ocio y la cultura de lo racial.
Estaremos allí para contar cómo fue la feria.
